No hay que luchar contra el mundo, sino ser parte de él

Chile hace 30 años tomó la decisión de abrirse al mundo sabiéndose pequeño. Con 17 millones de habitantes, es una de las economías más sólidas de la región a pesar de la crisis. En esta entrevista, su embajador, Mauricio Ugalde, enumera los pasos que dio el país trasandino para formar parte de las “grandes ligas” del comercio mundial. Señala las coincidencias con el Paraguay, del que dice apreciar sus avances en el libre intercambio de bienes y servicios, que le abonan el camino para seguir la misma senda.

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–Siempre se habla de Chile como ejemplo a seguir a nivel político y, sobre todo, por sus logros comerciales...

–Chile tomó la decisión de abrirse al mundo hace ya 30 años. Desde entonces trabajamos en el tema de la integración. Somos conscientes de que el camino que elegimos no es el único. Hay diferencias, a veces matices, a veces profundas. Conversando con nuestros socios, hemos ido avanzando en las coincidencias.

–¿Cuántos habitantes tiene Chile?

–Somos unos 17 millones. Los ajustes que hicimos fueron importantes y requirieron algunos sacrificios. Después ya todo fue más fácil. Existe una cultura enraizada en el empresariado. Sabe que no hay que luchar contra el mundo; hay que ser parte de él, y eso cuesta. Chile aprendió a integrarse porque vio que le conviene. Ha conseguido consensos con muchos países, y tenemos que seguir trabajando en materias en las que no coincidimos.

–¿Cuáles son las fortalezas a explotar entre Paraguay y Chile?

–En la relación bilateral, el 99% del intercambio comercial está desgravado. Todos los productos que ingresan a Chile desde el Paraguay, y viceversa, entran con cero arancel. No hay cuotas de importación. No tenemos ninguna restricción, salvo casos puntuales de algunos productos. Lo que falta es ampliar la lista de los productos exportables. Estamos tradicionalmente centrados en dos o tres. Hay que darle una mejor calidad a ese producto exportable en cuanto a encadenar procesos productivos. Estamos tratando de promocionar fuerte el que Chile sea un puente para que el Paraguay pueda salir al Pacífico. Queremos que Paraguay aproveche esa red de acuerdos que tiene con Chile. Por ejemplo, Paraguay puede mandar a Chile a procesar un producto para que salga como chileno. Eso genera servicios adicionales, una mayor calidad de producto no solo en términos propios, sino en cuanto a su valor agregado.

–¿Qué productos?

–La misma carne puede ser procesada y vendida, no en bruto, sino que ya con procesos... Puede ser la soja, el maíz, la fruta tropical se puede transformar en jugos. Hay zonas francas a disposición del Paraguay. Ustedes tienen un depósito franco en Antofagasta...

–¿Qué hasta ahora no se usa?

–Queremos que Paraguay utilice los puertos chilenos para su salida al mercado Asia-Pacífico. La integración física y la conectividad es también muy importante. Se acaba de inaugurar el tramo Antofagasta-Salta, que a su vez se conecta con Resistencia. De ahí conecta con la hidrovía hacia el Paraguay. Entonces, se busca una conectividad multimodal: hidrovía, ferrocarril y puerto marítimo. Tenemos como 50 proyectos de interconexión con los países de la región. Hay un Eje Capricornio donde está básicamente el Paraguay.

Ahora mismo se está trabajando fuerte en un corredor bioceánico que es más estratégico para nosotros, para unir el Pacífico con el Atlántico a través de Paraguay, con el puente sobre el río Paraguay a la altura de Puerto Murtiño-Pozo Hondo, y de ahí a Salta y Antofagasta. En Antofagasta se estaba reuniendo un grupo de trabajo de Argentina, Brasil, Paraguay y Chile sobre ese proyecto. Se trata de una primera reunión sobre la base de un entendimiento que hubo entre los presidentes Horacio Cartes y Michele Bachelet en Asunción el día 21 de diciembre en ocasión de la reunión del Mercosur.

–¿Empresas chilenas en Paraguay?

–Hay empresas chilenas que están invirtiendo en proyectos inmobiliarios, en concesiones viales, obras civiles, obras públicas...

–¿Cuál es el estado del comercio?

–El comercio es fluido. Exportamos unos 500 productos de agroindustria y manufacturados. Estamos dando mucho impulso a los servicios. Desde hace una semana tenemos por ejemplo un vuelo directo entre Asunción e Iquique. Forma parte de la integración. De hecho tenemos varias misiones comerciales este año, fundamentalmente en servicios.

–¿Cuánto interés hay en Chile por la energía eléctrica paraguaya?

–En el norte, Chile tiene necesidades energéticas importantes. No es fácil. Hay que materializarlo. El tema de la integración física pasa por la energía, por los corredores. Para que se concrete el tema de la energía hay un problema físico. Hay que cruzar una cordillera enorme. Hay temas económicos de por medio.

–¿La explotación de la energía es pública o privada en Chile?

–Todo es privado: las represas, las líneas de transmisión...

–Chile tiene gran experiencia en el sector eléctrico. ¿Hubo alguna solicitud de Paraguay de ayuda técnica en lo que respecta a producción, transmisión, distribución? El servicio eléctrico en Paraguay es pésimo, con un sindicalismo anquilosado que se comporta como una máquina de impedir...

–Lo que conversamos con Paraguay y con los otros países de la región es básicamente el tema de la interconexión eléctrica global; el poder beneficiarse de excedentes que un país tenga.

–¿Hay empresarios chilenos en el área de electricidad que hayan venido a Paraguay a hacer algo?

–En Chile, como le dije, la electricidad está en manos privadas. No obstante, sabemos que hay empresas pequeñas que son clusters, pequeños suministradores, proveedores de estas grandes compañías que explotan el negocio de la electricidad, que han venido a conversar con el Gobierno (paraguayo). De hecho algunas están prestando servicios en Yacyretá, por ejemplo.

–¿Cómo le ven al Paraguay a nivel global?

–Paraguay es un país que crece. Ha tenido éxito en la implementación de sus políticas económicas. Ha liberalizado su mercado. Hay reglas más claras. Paraguay es en este momento un país al que todo el mundo mira como un socio interesante para venir a hacer inversiones. Nosotros los chilenos queremos participar de este gran momento. Queremos ser socios con Paraguay.

–¿Qué beneficios trae la Alianza Pacífico a Chile?

–Es una cosa bastante más amplia que un simple tratado de libre comercio. Esto va mucho más allá. Es una instancia de liberalización, de apertura. Con Perú, Colombia y México hemos unificado las bolsas de comercio. Se ha llegado a entre 92 y 95% de los productos sin arancel. De hecho, Chile en su comercio mundial, el arancel cero debe estar abarcando un universo superior al 90%, aproximadamente...

–¿Cuál es la diferencia? Mercosur se creó en el 91 y le cuesta llegar a ese nivel de entendimiento...

–Los cuatro países que integran la Alianza del Pacífico tienen tratados de libre comercio repartidos entre ellos y con el mundo en general, tanto Perú, Colombia, México y Chile. Chile solamente tiene 65 tratados de libre comercio. No hay casi país del mundo con el cual nosotros no estemos comerciando a tasa cero. Mercosur es otra instancia. Es una unión aduanera. Tiene otro objetivo general en el que tienen que avanzar. Nosotros tenemos tratados de libre comercio con los países del Mercosur y Mercosur mismo. Somos asociados. Participamos del Mercosur político. Hemos tenido muchos avances, sobre todo en el campo democrático.

–¿Es posible integrar Mercosur con la Alianza Pacífico?

–El 30 de junio, Chile asume la presidencia del bloque Alianza Pacífico. Paralelamente, ese día habrá una cumbre empresarial Alianza Pacífico- Mercosur. Estamos buscando la convergencia Alianza Pacífico-Mercosur. Es la convergencia en la diversidad. Aquí no se trata de que uno le quiera comer al otro. Cada uno va a seguir con su identidad, pero tenemos muchas cosas en común que debemos trabajar. Nosotros tenemos una visión, Mercosur tiene otra pero no chocamos en todo. Somos economías complementarias...

–Con la Unión Europea, ¿cuál es el beneficio?

–El tratado que tenemos con la Unión Europea es de tercera generación. Es un acuerdo político que no se limita solamente al intercambio de bienes y servicios. Están incluidos las compras gubernamentales, los servicios, la cooperación. La cooperación es muy importante. Si se rompe la democracia en Chile, se rompe el acuerdo.

–¿Dónde estuvo antes?

–Como embajador en Venezuela, entre el 2010 y el 2014. Ya tengo 28 años de mi vida paseando por el mundo en 36 años de servicio. Mi primer destino fue Austria. Estuve en Indonesia dos años, Ecuador tres años. Estuve en Roma cinco años, Fui cónsul general en São Paulo. Luego estuve en la Embajada en Brasilia. Fui cónsul general en Barcelona y cuatro años en Venezuela.

–¿Qué le parece Paraguay, dentro de lo que se imaginaba que era?

–Estoy aquí desde hace seis meses. Estoy tremendamente impactado. La gente se queja mucho del tráfico. Es porque no vieron lo que es Caracas, São Paulo, el mismo Santiago, ciudad desastrosa para mí... Somos siete millones. ¡Eso sí es tráfico! Aquí hay parámetros de vida que muchas veces ustedes no los aprecian, un paraíso...

–¿Paraíso?

–Comparado con los demás, es evidente, o a lo mejor estoy más veterano y ya me gustan las cosas más tranquilas...

holazar@abc.com.py

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