Mons. Medina deja Misiones, pero dice que seguirá trabajando por derechos humanos

Luego de 20 años al frente de la diócesis de San Juan Bautista y Ñeembucú, Mons. Mario Melanio Medina cede hoy su cátedra a Mons. Pedro Collar Noguera, que asume a las 10:00 en la capital de Misiones. El pastor saliente dijo que seguirá trabajando por la promoción de los derechos humanos.

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SAN JUAN BAUTISTA, Misiones. (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). “Voy a trabajar en la promoción de los derechos humanos y como miembro del Comité de Iglesias voy a dar impulso al ecumenismo. En mi casa de Fernando de la Mora, sobre avenida Zavala Cue y Dr. Sosa, número 741, voy a abrir un consultorio espiritual para escuchar a la gente, una vez a la semana”, dijo monseñor Medina.

El obispo presentó hace dos años su renuncia porque solo hasta los 75 años pueden gobernar una diócesis. Pero el papa Francisco recién el mes pasado aceptó su renuncia y nombró a Collar Noguera como su reemplazante. Una vez que Medina entregue el cargo pasará a ser obispo emérito.

Explicó que como miembro del Comité de Iglesias trabajará con los Discípulos de Cristo y Luteranos por el ecumenismo.

Medina dijo que su idea es ayudar a la gente, a los sindicatos y a la clase dirigencial para buscar la solución a los problemas que aquejan al país. “Tendré más tiempo para acompañar a los líderes sociales, sindicales, políticos para ver qué podemos hacer por el Paraguay”, apuntó.

Un tercer plan de trabajo será escuchar las inquietudes espirituales y humanas de la gente. 

Fuera de protocolo

Medina es un obispo fuera de protocolo. He aquí algunas de sus particularidades:

-Es práctico, sencillo, muy arraigado a las costumbres de la gente. Su lenguaje es directo y preciso. Con frecuencia utiliza expresiones folclóricas para dar su mensaje y cae simpático a los fieles.

-Con la prensa estuvo presto y abierto. Nunca se negó a los medios. Es capaz de brindar declaraciones durante una procesión. “No hay problema podemos hablar despacio mientras sacerdotes y fieles caminan detrás del santo patrono”. Ínterin él también reza.

-Cuando se le llama y conduce su vehículo igual accede a una entrevista. “Voy estacionar y hablamos...”, decía.

-Es un obispo popular que es capaz de subir a un ómnibus para ir a celebrar una misa, confirmar a los jóvenes o reunirse con la gente. No tiene en cuenta la investidura.

-Pero delante de los poderosos, autoridades políticas, judiciales, militares y policiales puede plantarse y formular su denuncia con todas las letras, con una lengua bien afilada.

-Durante la dictadura fue un tenaz opositor al régimen de Stroessner. La voz del coloradismo le dedicaba programas enteros con los calificativos de obispo rojo, bolche, de las tres MMM y comunistoide. Nunca retrocedió ni le movieron las pestañas las acusaciones y calumnias.

-Es considerado un progresista, realista; un pastor inmerso en el mundo; identificado con la gente humilde y sobre todo de carácter muy optimista. Nunca se lo encuentra de mal humor ni enfermo o cansado.

Quedaron en el tintero

Para monseñor Medina quedó en el tintero una mayor presencia de sacerdotes en las realidades temporales. Otro aspecto sin resolverse fue la falta de atención a los niños desprotegidos y ancianos. “Para la cuestión social no hay dinero”, apuntó.

Subrayó que la Gobernación es una superestructura para colocar a partidarios y amigos, pero que al final las autoridades tienen que ir a Asunción para resolver los problemas.

Los obispos del Paraguay y el nuncio apostólico Eliseo Antonio Ariotti, así como el clero participarán del acto de posesión en San Juan Bautista.

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