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El MOPC solamente tomó en cuenta el metrobús a gasoíl –en principio– para pedir el crédito. Ante la andanada de críticas, la cartera decidió cambiar y anunció que a los 125 millones de dólares se sumarán otros 28 millones de dólares para la electrificación del sistema y la incorporación de la infraestructura para los trolebuses.
No obstante, el equipo técnico del Gobierno en esta materia sigue sin considerar la opción del monorraíl, una alternativa confortable, ecológica que ofrece mayor eficiencia, ahorro de tiempo y fluidez en el tránsito, como puede verse en el estudio realizado por el Ing. Hermann Pankow.
En el cuadro que se publica en esta página se establece un paralelismo entre el sistema de BRT (Bus de tránsito rápido) o metrobús y el monorraíl o tren eléctrico elevado. A todas luces resaltan las ventajas de este último frente al metrobús, tal cual había sido concebido en principio por el MOPC.
No obstante, aunque el Gobierno anuncia que electrificará el sistema con la adopción del sistema de trolebuses, ahora la Cámara de Senadores deberá considerar el contrato de préstamo tal cual fue concebido inicialmente.
Estratégico y de futuro
El monorraíl es un medio estratégico y una realidad pensada para el futuro. Su costo representará para el país una inversión de US$ 251.500.000 menos que el metrobús en 20 años.
No dependerá de factores externos para mantener el pasaje a precio constante y no necesitará, por tanto, de subsidios. Se solucionaría el problema de las huelgas constantes y permanente suba de tarifas de pasajes. No habrá conflictos sociales ni reclamos de frentistas por robo de espacio en la vía pública.