Coincidentemente, Díaz Peña es el actual coordinador general de la ONG Sobrevivencia, vinculada al ministro, ya que este ocupó ese cargo antes de su nombramiento e incluso la organización funciona en su propia residencia.
A esto se suma que el coordinador de la ONG, también por autorización del ministro Rivas, recibió viáticos de la Seam para un viaje que realizó a Barcelona, España, con motivo de la reunión del plan integral de actuación de la ciudadela cultural de Asunción.
Según los propios funcionarios de la institución, el cargo de punto focal técnico sobre cambio climático debe corresponder a una persona que esté vinculada a la Seam y no a un tercero. Además mencionan el cobro del doble viático en los viajes realizados. Ya que por un lado, como demuestra el documento, Díaz Peña percibe fondos de la Seam y del Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD), que es la encargada de administrar los distintos proyectos relacionados al cambio climático.
La actual directora de Gabinete de la Seam, Beatriz Silvero de Céspedes, también fue nombrada en el cargo por Rivas y proviene de la ONG vinculada al ministro.
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La funcionaria Julieta Gauto es otra de las asignadas a la institución por Rivas y a quien además le concedió permiso con goce de sueldo para participar de un taller denominado “El valor de la naturaleza en el desarrollo local - enfoque de servicios ecológicos en políticas”, que se llevó a cabo en la Argentina.
Funcionaria beneficiada
Una de las funcionarias de la Seam, Lilian Portillo, obtuvo gracias al ministro Rivas un permiso de la institución para trabajar en el PNUD. La misma tendrá a su cargo, a partir de hoy, el manejo de un proyecto de US$ 4,7 millones financiado por Seam/ONU-REDD y PNUD, a fin de “Fortalecer las capacidades nacionales para una gestión ambiental integrada y para la promoción y gestión del desarrollo sostenible y equitativo”.
De acuerdo a una resolución de Contraloría, se había recomendado la instrucción de sumarios administrativos a los funcionarios intervinientes en los procesos que facilitaron la falta de registros contables de las donaciones recibidas para un programa sobre cambio climático financiado por PNUD y cuya encargada del proyecto era precisamente Portillo, quien, antes que ser sumariada, fue beneficiada con un permiso.