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Los agentes fiscales Hernán Galeano, Marlene González y Clara Ruiz Díaz, presentaron el 28 de junio último el pedido de sobreseimiento definitivo a favor del suboficial 2º Arnaldo Báez, imputado por el atraco al PLRA, sin tener una orden judicial, donde murió asesinado de un disparo el joven dirigente Rodrigo Quintana, en la madrugada del 1 de abril del 2017.
Los agentes argumentaron que no hay evidencias que prueben que el uniformado, quien ingresó con el suboficial Gustavo Florentín, haya impedido que Quintana sea auxiliado.
Omiten atraco
El comunicado, llamativamente omite que el ingreso a la sede del PLRA por parte de los policías en la madrugada del 1 de abril, fue sin orden judicial y a los tiros. Es más, defienden la actuación de Báez y los demás uniformados quienes a los gritos ordenaron a civiles y parlamentarios, ponerse cuerpo a tierra.
“Los representantes de la Fiscalía observaron nítidamente que Báez (de casco blanco) ingresó al local del PLRA y ordenó a las personas que se arrojen al suelo (acción legalmente establecida dentro de las facultades de la Policía Nacional) esto siendo las 00:22, posteriormente a las 00:39 Báez dijo a Garcete (De remera blanca) que se tire al suelo y en las secuencias se escucha que el mismo refirió las siguientes frases, ‘‘Manos arribas’’… , ‘‘Al suelo’’…, ‘‘Tiene razón’’…, ‘‘Voy a confiar en ustedes’’…, ‘‘Boca abajo’’…, ‘‘Vamos a agarrarles a todos’’…”, señala parte del comunicado de prensa que emitió la Fiscalía
Testimonio insuficiente
El concejal de La Colmena, Diego Garcete (PLRA), relató que el suboficial Báez fue el más violento del grupo de uniformados y que el mismo incluso violentó a varias mujeres que se ocultaron en el baño.
También señaló que fue Báez el que se acercó a Quintana, quien yacía inmóvil en el piso ensangrentado, para verificar si seguía con vida. Según Garcete, en ese momento cuando le tocó con el pie a Quintana le gritó: ¿remanóma pio? (ya te moriste).
Este testimonio no es suficiente para los agentes fiscales quienes indicaron que tras verificar los fotogramas ya no registraron otras interacciones entre Garcete y Báez.
“El Ministerio Público concluyó al advertir este hecho que no es posible determinar concordancias entre el relato fático expuesto (que sirvió de base para imputar inicialmente) y lo que se observa en el video, donde no se visualiza que Báez amenazó con su arma al denunciante con el fin de impedirle que realice actos de auxilio, puesto que dicha interacción no se observa en el vídeo”, indicaron desde la institución.