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Vicente Rodríguez, gobernador de San Pedro hasta enero de este año, asumió la jefatura del departamento fuertemente respaldado por el presidente Horacio Cartes. Como todo político, cuando comenzaba su gestión prometía honestidad y eficiencia. Sin embargo, periodistas de EN360 de ABC Color hallaron obras abandonadas que contradicen los lindos discursos.
La administración de Rodríguez impulsó la construcción de una subsede en la localidad de Santaní, con el pretexto de estar más cerca de la gente. Sin embargo, en el lugar escogido existe una gran estructura de cemento que no tiene puertas ni ventanas y que costó hasta el momento G. 415.467.376, según Contrataciones Públicas. El presupuesto total supera los G. 834 millones.
El contrato para esta obra se firmó con el Ing. Pedro Aníbal Torres, con quien intentamos hablar por teléfono sin éxito. El secretario de Finanzas de la Gobernación, José Baruja, dijo que la falta de fondos no permitió la conclusión de este trabajo y agregó que el presupuesto inicial para el edificio era de G. 2.000 millones.
La localidad de Kororõ’i es atravesada por un camino que supuestamente fue enripiado, aunque un recorrido permitió descubrir que tal cosa no existe. La vía es de tierra, tiene 7 kilómetros, y se destroza con cada lluvia. Este trabajo le costó a la gobernación G. 146 millones. El presidente de la comisión vecinal, Osvaldo González, aseguró que el trabajo nunca se hizo.
El intendente de la localidad, Esteban González, confirmó lo que dijo el poblador e indicó que a él nunca le pidieron permiso para ejecutar esta supuesta obra.
Moviment Trading fue contratada para este efecto. Gustavo Cañete, directivo de esa firma, indicó que el proyecto culminó exitosamente y sostuvo que las lluvias pudieron haber destruido la reparación.
La empresa Elvisan fue contratada por la Gobernación para renovar la plaza Alejo García, en la entrada de la ciudad de San Pedro. El presupuesto total es de más de G. 830 millones. En el sitio se instaló una cantina, un camino perimetral, una cancha y otros. Se pagaron por un arenero casi G. 30 millones y una fuente de agua costó G. 12 millones. El arenero apenas se puede ver y la fuente no existe. Llamamos a los teléfonos de la firma, pero no pudimos dar con sus directivos.
En la colonia indígena Arroyo Verde, en Santa Rosa, se construyó un aula que no se terminó, pero que se usa por las enormes necesidades existentes. La firma encargada fue Novaveg, que cobró más de G. 67 millones por una estructura que no tiene conexión de agua ni luz y no tiene pisos en su corredor. Menonitas de Río Verde invirtieron poco más de G. 35 millones para entregar a la comunidad Blanca’i, a unos 5 kilómetros de Arroyo Verde, una estructura con dos aulas, baños sexados y todas las necesidades.
Moviment Trading también fue contratada por la Gobernación para la terminación de un centro comunitario indígena en Santa Rosa, que a principios de año estaba desolado. Actualmente se puede apreciar una obra complementaria y un cerramiento perimetral que se ejecutó después de al menos tres años. La construcción de la primera etapa estuvo a cargo de Global. La obra fue rapiñada sin que hasta el momento sea utilizada. El presupuesto total fue de más de G. 300 millones. Moviment dice que está a punto de culminar su parte y que su contrato no tiene nada que ver con el inicial. Indígenas aseguran que nunca les entregaron esta obra.