Militares brasileños y una mala costumbre

FUERTE OLIMPO Dpto. de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal). El hecho más notable de la intromisión de militares brasileños en territorio nacional en esta zona norte del Alto Paraguay, se produjo en 1996, cuando dos poderosos helicópteros de guerra del vecino país descendieron en plena población de Olimpo, causando un verdadero susto entre los pobladores.

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Ambas naves en aquella oportunidad contaban con gran dotación de soldados, armados con poderosas armas de guerra. Los helicópteros descendieron en el patio de la Gobernación de este departamento, a cuyo alrededor se encuentran instituciones educativas y la sede de la propia policía departamental. La lamentable situación se produjo siendo presidente de la República Juan Carlos Wasmosy (ANR). En dicha oportunidad la reacción del Gobierno nacional también fue bastante tibia.

Los dos helicópteros brasileños estaban con una dotación de 12 soldados cada una, todos fuertemente armados, e inclusive con poderosas armas de guerra, como bazucas. Ambas naves descendieron en pleno patio de la Gobernación, a cargo del entonces gobernador Tarcisio Sostoa (ANR).

A un costado de esta sede departamental se encuentra la jefatura policial del departamento y la propia comisaría local, como también dos instituciones educativas, por lo que el hecho, además de causar un susto, también despertó gran curiosidad, atendiendo que los alumnos corrieron a observar lo que acontecía.

El jefe de policía del departamento de entonces, comisario Francisco Pereira, se encontraba en la sede policial sin encontrar explicación a lo que estaba aconteciendo. El uniformado procedió a dialogar con el militar brasileño, quien se encontraba al frente de ambos grupos.

Al final, sin dar mayores explicaciones, los militares invasores compartieron una ronda de café en pleno casino policial. La presencia de estos uniformados duró unos 30 minutos, ya que después del pequeño refrigerio, ofrecido por el jefe policial, abordaron nuevamente sus naves y raudamente emprendieron vuelo hacia su territorio. La Cancillería nacional de entonces no se manifestó al respecto, a pesar estar en conocimiento del hecho.

El suboficial de Marina retirado Eladio Acuña, quien entonces era jefe de la subprefectura en esta comunidad, recuerda el lamentable suceso. Comenta que tiempo después de lo acontecido, pudo escuchar de propios militares brasileños, que la mencionada invasión era “una práctica sobre toma de población civil”.

Distorsión de la realidad

El comandante de la base naval de Bahía Negra, capitán de fragata Nicolás Mendieta, había manifestado que cuenta con una dotación de aproximadamente 100 hombres para resguardar unos 200 kilómetros de frontera. Sin embargo, versiones contrarias a la manifestada por el uniformado, señalan que el número de soldados de este destacamento no supera los 30 efectivos.

Esto lo aclararon los propios pobladores del lugar, por lo que no sabemos la razón de querer ocultar nuestras falencias y debilidades en cuanto a infraestructura y personal de nuestros cuarteles.

El operativo “Ágata IX”, que se inició el 22 de julio y culminó el viernes 31 último cubrió 166 municipios, de Vista Alegre do Abunã (RO) Foz do Iguaçu (PR), con la participación 5.310 soldados de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea y 255 profesionales de las agencias federales y estatales y municipales. En total, 46 instituciones federales, estatales y locales participaron en el operativo “Ágata IX”, informó el Ministerio de Defensa brasileño.

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