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El 10 de julio del año pasado hubo un evento social al que asistió el coronel Édgar Domingo Duré. Ese día, si bien se cuadró militarmente ante su superior, el general Braulio Piris, obvió pasarle la mano molesto por diferencias que tenían. Los antecedentes hablan de varios episodios que culminaron con lo que sería una vendetta del entonces titular de la Fuerza Aérea Paraguaya: frustó la posibilidad de Duré de ser agregado militar en Taiwán.
Ese día se inició lo que su entorno familiar califica de feroz persecución contra el militar de 29 años de carrera, que habla inglés y francés, es piloto, paracaidista, observador militar de las NN.UU. con masterado en Planificación y Conducción Estratégica Nacional, además de egresado de Altos Estudios Estratégicos en España. De hecho, fue imagen de las Fuerzas Armadas de la Nación por los 100 años de la Academia Militar según video de Paraguay TV que puede verse en internet.
Preso con condenados
Según fuentes a las que accedió nuestro diario, el 5 de agosto iniciaron sumario e inmediatamente decretaron su prisión preventiva en Viñas Cue sin importar ni graduación ni cargo. Lo liberaron tras nueve días para luego volver a meterlo preso: desde el 12 de setiembre pasado se están desconociendo principios básicos que tienen que ver con presunción de inocencia garantizada por la Constitución Nacional e inclusive las prerrogativas que tenía Piris de sancionar a Duré con arresto disciplinario de hasta 90 días en su misma unidad militar.
Quienes manejan el caso del militar aseguran que no se respetó su condición de oficial superior Jefe, última jerarquía de la carrera militar, y fue alojado en mismo sitio donde cumplen condena militares con antecedentes de violación de justicia ordinaria y militar.
Los rumores aseguran que lo dejarán preso por un año para luego lograr la baja deshonrosa del militar. El entorno del militar denuncia ensañamiento, abusos, escarnio, pérdidas materiales y desintegración familiar. Su esposa debió migrar a España a trabajar con dos de sus hijos, otro quedó en Paraguay. Su madre viuda –de la cual él es sostén– es quien se moviliza diariamente para asistir a su hijo preso.
mabel@abc.com.py