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Las aguas servidas y hediondas continúan regando las calles de los diferentes barrios y del microcentro. En la avenida Boquerón del barrio Central, los desechos cloacales proyectan una pésima imagen a los que llegan a la ciudad.
En días de mucho calor el hedor es insoportable en varios sectores regados por aguas negras. La sede de la Municipalidad está a escasas cuadras del lugar.
En el mismo barrio, sobre la calle Sargento Ramón Trian, se formó una laguna de agua cloacal. Es más, el mismo arroyo Cañada del Carmen, que cruza la ciudad, presenta un estado crítico de contaminación.
Mármol, durante su primer periodo de gestión (2009-2010), realizó un préstamo de G. 1.000 millones para la construcción del sistema de desagüe cloacal, pero nunca se concretó y del destino del dinero no informó.
Otro inconveniente para los pobladores es el pésimo estado de los caminos vecinales de los trece barrios.
Los empedrados en su mayoría están cubiertos de pozos y las regulaciones asfálticas realizadas hace unos años por el Ministerio de Obras Públicas ya desaparecieron.
Los minivertederos ilegales de basura también forman parte de la lista de problemas que afecta a la comunidad.
Heriberto Mármol quiere volver a ser jefe comunal en la ciudad destruida y arruinada por su propia desidia en los últimos seis años, que comprenden sus dos periodos de mandato.