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Esta inhabilidad es motivo de pérdida de investidura, según el artículo 201 de la Constitución Nacional. La legisladora Bajac había solicitado permiso a su condición de pastora del “Ministerio Portal del Cielo y Casa de Dios para las Naciones” el 3 de octubre de 2017 ante el entonces viceministro de Culto, Herminio Lobos.
El mencionado culto fue reconocido oficialmente en el Registro del Viceministerio de Culto por resolución N° 5/2017, con personería jurídica reconocida por Decreto N° 5395 del 6 de junio de 2016. Según consultas realizadas con asesores de la Justicia Electoral, Bajac no debía simplemente pedir permiso, sino renunciar, ya que su condición de ministra de un credo religioso es una inhabilidad que no le debía haber permitido siquiera ser candidata. Dicha inhabilidad está establecida en el inciso 5 del artículo 197 de la Constitución.
El pedido de permiso tendría sentido si se tratase de una incompatibilidad, mencionada en el artículo 196 de la Carta Magna.
El exviceministro de Culto Herminio Lobos, consultado por ABC, dijo que la señora Bajac debió presentar su renuncia ante la asamblea de su congregación y no ante el Viceministro de Culto, ya que esta no es la instancia que le otorgó su calidad de pastora, sino que simplemente se ocupó del trámite administrativo del reconocimiento de su comunidad religiosa.
De hecho, el Viceministerio de Culto no emitió ningún documento de reconocimiento o aceptación del pedido de permiso, sino que simplemente se limitó a ponerle el sello de recibido en mesa de entrada.
Bajac debió renunciar y no simplemente pedir permiso ante la asamblea o ante la máxima autoridad de su ministerio para poder ser candidata. Aparentemente, una de esas autoridades sería ella misma, pero también figura como “pastor” Hans Werner Penner Loewen.
Además, pese a que la senadora Bajac pidió permiso a su condición de pastora, en la primera sesión ordinaria de este año de la Cámara de Senadores solicitó autorización y le fue concedida por el presidente de ese cuerpo, Silvio Ovelar (ANR, Añetete), para pronunciar una oración ante el pleno de la cámara, en una actitud más propia de la ministra de un culto religioso que la de una parlamentaria.
mcaceres@abc.com.py