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Según las versiones, la designación de Paraguay fue en forma inconsulta y arbitraria. No se dio participación ni a la AFA, ni a la AUF y en forma repentina, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, tras una reunión entre ambos, realizaron el anuncio sin que participara incluso el presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Robert Harrison, que en definitiva es el principal responsable por el fútbol paraguayo.
Los rumores señalan que la inclusión de Paraguay como tercer país anfitrión para el Mundial 2030 fue una negociación entre Horacio Cartes y Mauricio Macri (presidente argentino) y Alejandro Domínguez (Conmebol) y Gianni Infantino (FIFA).
Campaña electoral
A nivel local, el anuncio fue tomado en forma dividida ya que para algunos el Paraguay requiere inversiones en infraestructuras sociales y no deportivas, dado que los requerimientos de FIFA para ser sede de un Mundial, demanda inversiones varias veces millonarias. Para referentes políticos locales, el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, aprovechó bien sus relaciones con las máximas autoridades del fútbol mundial para conseguir la nominación de Paraguay, coincidentemente con la campaña electoral.