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Luego de un intenso debate, y a pesar de que algunos diputados argumentaron a favor de la aceptación, la Cámara de Diputados, por amplia mayoría, rechazó ayer el veto del Ejecutivo. Dado que antes el Senado había hecho lo mismo, el Poder Ejecutivo ahora deberá promulgar la ley.
Los argumentos por el rechazo de la postura presidencial giraron en torno a que esta ley garantizará la independencia del Poder Judicial, al facilitar la posibilidad de que los magistrados, en caso de tener buen desempeño, puedan ser confirmados y conseguir también la inamovilidad en el cargo.
El colorado Clemente Barrios, presidente de la comisión de Justicia y Trabajo, indicó que el Consejo de la Magistratura no tiene la atribución de decidir sobre la confirmación de los magistrados sino que lo debe hacer la Corte Suprema, que es la que los designa. Esto solamente será posible si los magistrados figuran en la terna de candidatos, al cumplir su mandato, afirmó.
En el mismo sentido, Bernardo Villalba (ANR), presidente de la comisión de Legislación, dijo que los magistrados tienen un derecho de rango constitucional de poder ser confirmados.
Por su parte, el colorado Pablino Rodríguez y el liberal Édgar Acosta coincidieron a favor del veto, señalando que los magistrados en funciones no deben tener privilegios y que, una vez que concluyan su mandato de cinco años, deben volver a concursar para que el Consejo de la Magistratura evalúe sus méritos y aptitudes y decida si pueden integrar la terna de candidatos.
Aunque era evidente que la postura contra el veto tenía amplia mayoría, la sesión amenazaba con prolongarse indefinidamente, dado que varios diputados querían “quedar bien” con los magistrados. Finalmente, un pedido de cierre de debate evitó esta intención.
Un ruidoso festejo
Asociaciones de Magistrados y funcionarios del Poder Judicial prácticamente “coparon” ayer las instalaciones de la sede legislativa, desde varios minutos antes del inicio de la sesión extraordinaria. El debate sobre el veto a la ley de confirmación de magistrados se hizo esperar más de una hora y media, debido a que se trataron antes otros temas del orden del día. Al iniciarse el tratamiento del punto que los había convocado, se escucharon festejos ruidosos con cada intervención a favor del rechazo del veto. La votación final motivó griterío y aplausos. Posteriormente algunos magistrados se trasladaron hasta la presidencia de la cámara para “agradecer” la decisión que habían tomado los legisladores.