Lugo y Franco, los responsables de arrasar con las vías del ferrocarril

La responsabilidad de la megaobra autopista Ñu Guasu, con seis carriles, que arrasó con las vías del histórico Ferrocarril Carlos A. López, recae en los dos últimos gobiernos y tres últimos ministros de Obras Públicas, pues la idea nació con Efraín Alegre (2008-2011), la adjudicación la hizo Cecilio Pérez Bordón (2011-2012) y la ejecución, Enrique Salyn Buzarquis (2012-2013).

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Entre los años 1999 y 2000, durante el gobierno de Luis Ángel González Macchi, surgió la idea de asfaltar el tramo contiguo al ex-Linódromo, según indicó ayer el exviceministro de Obras ingeniero Leoncio Rojas, en visita a nuestra redacción. En ese entonces el titular del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) era Alberto “Icho” Planás (ver infografía).

Pero la idea quedó estancada ocho años hasta el gobierno de Fernando Lugo (2008-2012). El MOPC realizó el anteproyecto de autopista Ñu Guasu con financiación del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) y el precio estimado era US$ 15 millones. Luego, se incrementó a US$ 27 millones.

En esa ocasión, el ministro de Obras era Efraín Alegre (2008-2011), hoy candidato a presidente de la República, y su viceministro el ingeniero Andrés Rivarola, actual titular de Essap. Según señaló Rivarola a nuestro diario, ya desde esa época se pensó en hacer seis carriles y dos pasos a desnivel, uno en Aviadores y otro en Semidei.

Después llegó la administración de Cecilio Pérez Bordón, exministro, y Leoncio Rojas Molinas, en ese entonces viceministro (2011-2012). A estas alturas el proyecto de autopista Ñu Guasu ya se estaba gestando como una megaobra, de millonarios costos. Tal es así que el precio referencial de US$ 27 millones pasó a US$ 38 millones, tras agregar galerías de drenaje para el desagüe y otras “correcciones”, según había explicado en esa época Rojas Molinas.

Pero, aún así, seguían faltando “aspectos fundamentales”, como calles alternativas para el tráfico que serían utilizadas durante la etapa de construcción de la obra, así como el posible traslado de cañerías de Essap que se encuentran debajo de la autopista. Estas últimas modificaciones hicieron que el precio referencial se eleve a US$ 41,5 millones.

A estas alturas, ya se perdió la aprobación (y posiblemente la confianza) del Focem, que se negó a aceptar esas últimas modificaciones. Según dijo ayer Rojas Molinas, la culpa la tuvo el Ministerio de Hacienda, que no informó de esos cambios al organismo financiador. “Hacienda era el nexo con Focem, pero yo sentí que por problemas internos políticos nos obstruían las acciones. Lo sentimos durante toda nuestra gestión”, dijo el exviceministro.

No obstante, eso no impidió continuar con el proyecto. El MOPC logró que la autopista se haga con fondos locales y durante la gestión de Pérez Bordón se adjudicó la obra en medio de una controvertida licitación.

El tramo uno fue adjudicado al consorcio Tecnoedil-Heisecke-Ocho A, por G. 112.798 millones, dejando de lado a cinco ofertas más económicas; y el dos, al consorcio Las Residentas, por G. 85.239 millones, desechando otras dos propuestas más baratas.

La firma de contrato se realizó bajo el gobierno actual, de Federico Franco, con Enrique Salyn Buzarquis al frente del MOPC.

Ejecución de obra, entre 11% y 14%

El tramo I de la autopista Ñu Guasu tiene un nivel de ejecución del 14%, en tanto que el II, 11%, según informó ayer el viceministro de Obras Públicas, Max Rejalaga. Añadió que los trabajos avanzan según el cronograma previsto.

Informó que el jueves pasado se reunió con vecinos del barrio Mbokajaty de Asunción para hablar sobre la necesidad de utilizar unos metros de sus terrenos, no más de cuatro por propiedad, para construir un túnel en el marco de la autopista, en la zona de la ex-Caballería (en Acceso Norte).

Aseguró que el conflicto fue arreglado y que los vecinos ahora ya aprueban el ingreso de los técnicos para hacer las mediciones, de modo a determinar el área a ser utilizada y la tasación.

Proyecto se inició como un desvío

La autopista Ñu Guasu surgió bajo la administración de Efraín Alegre, luego de verse la necesidad de una vía alternativa cuando proyectaban viaductos para los accesos a Asunción, uno de ellos en Aviadores y Mdme. Lynch, según indicó el exviceministro de Obras, Andrés Rivarola.

En cuanto a los seis carriles, señaló que la idea nació “de un conteo de vehículos y de un estudio origen-destino”. Se preguntó a las personas de dónde venían y a qué lugar iban.

Así también, justificó la idea de seis carriles diciendo que la autopista debe ser una alternativa para descargar el tráfico habitual de Aviadores; ya que de lo contrario, el tránsito se estancaría en varias zonas, como Aviadores y Santa Teresa.

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