Los rusos defendieron al Paraguay como a su Patria

Dmitry Kuznetsov es un científico ruso, vicerrector de la Universidad Politécnica Pedro El Grande de San Petersburgo. En su paso por Asunción, invitado por la Uninorte, revela en esta entrevista que dos profesores de su casa de estudios fundaron la Facultad de Ingeniería UNA. Kuznetsov revive las huellas legadas por los rusos blancos y anuncia un programa de intercambio con jóvenes de nuestro país.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2059

Cargando...

–¿Cómo fortalecer el intercambio con Rusia, a pesar de la distancia y la barrera del idioma? 

–La Universidad Politécnica Pedro El Grande de San Petersburgo tiene 33.000 estudiantes, de los cuales seis mil extranjeros, 250 de América Latina, ninguno de Paraguay. Vine a Paraguay a través de la Universidad del Norte y el plan es elaborar un programa que interese a los jóvenes paraguayos para ir a estudiar a Rusia. Claro que hay un problema de lengua, por supuesto. Pero para los buenos alumnos, el idioma no es una barrera. Los egresados extranjeros que hablan ruso tienen enorme demanda en el mercado laboral en Rusia.

–¿Qué le interesa a esta Universidad de Paraguay? 

–Nosotros particularmente, además del proyecto de intensificar el intercambio, nos interesa conocer más del destino de los rusos que emigraron a Paraguay en los años 20 y 30 del siglo pasado. Después de la Revolución Comunista de octubre de 1917 mucha gente se marchó de Rusia. Muchos ingenieros de nuestra Universidad emigraron, más de 100. Siete de ellos vinieron hacia Paraguay, Argentina, Ecuador y Chile. En una conferencia aquí en Asunción hablé de dos ingenieros que recalaron aquí, que hicieron mucho por Paraguay pero también por Rusia.

–¿Quiénes son? 

–En San Petersburgo, cada día cuando voy a mi trabajo cruzo un puente sobre el río Neva. Uno de los diseñadores de ese puente fue el ingeniero Serguey Bobrobsky. Nadie conoce a esta persona. Lo olvidaron. Bobrovsky llegó en 1926 a Paraguay. Fue uno de los fundadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional, que en sus orígenes se llamó Matemática y Física. También fue constructor de algunos puentes. Vivió aquí como 30 años y después se fue para Argentina. Estamos en contacto con la comunidad rusa acá para buscar más datos de él.

–¿Opositor a los soviéticos?

Era general del Ejército Blanco y también ingeniero. Fue profesor de la academia de Ingeniería de nuestra Universidad. Encabezó la unión de técnicos rusos del Paraguay. Detrás llegaron otros ingenieros que formaron más tarde el Departamento Nacional del Ministerio de Obras Públicas. Estos ingenieros proyectaron la primera red moderna de carreteras del país. Pero es poca la información que existe...

–Escapaban de los comunistas...

–Él tenía 52 años. Era coronel cuando cayó el zarismo. En la transición del traspaso de un gobierno al otro lo ascendieron a general. En Paraguay conservó su grado militar y sus títulos académicos. Lo mismo pasó con los demás inmigrantes. Somos agradecidos por ese gesto de Paraguay. En Europa, los migrantes fueron reducidos a obreros. En Paraguay pudieron desarrollarse como si estuvieran en Rusia. Pero con Bobrovsky hubo otro que era de nuestra Universidad que vino a Paraguay.

–¿Quién? 

–Serguey Shishpanov. Hay una calle que lleva su nombre en Asunción. Era físico y matemático. Cursó estudios como artillero. Se fue de Rusia con las tropas blancas a Turquía. De allí a Praga. En 1926 llegó a Paraguay. Fue uno de los fundadores de la Facultad de Ingeniería. Durante la Guerra del Chaco daba clases para los aviadores paraguayos. Murió en 1957. En Rusia no se sabe mucho de estas historias. Poco a poco estamos recopilando información sobre estas personalidades que se fueron de Rusia durante la persecución. Nuestra Universidad tiene como 400 convenios de colaboración con universidades del mundo, ninguno con Paraguay. Conspiró un poco la falta de relaciones diplomáticas entre nuestros países...

–Son como 70 años, el tiempo que duró el régimen soviético...

–Ese lazo histórico de los años 20 y 30 que tenemos tiene que volver a unirnos. Estamos muy interesados en que vayan a Rusia los estudiantes paraguayos. También queremos que nuestros alumnos vengan acá.

–¿Qué les atrajo de Paraguay a los que escaparon del comunismo? 

–Aunque parezca contradictorio, somos diferentes de una parte pero somos muy parecidos. El Paraguay tiene algo que nos atrae y por eso es que la gente que llegó hasta aquí no fue por casualidad. En aquellos años también circulaba un periódico en París que se llamaba “Paraguay” pero en ruso. Los paraguayos escribían ahí, invitando a los rusos que vivían en Francia a animarse a venir. Decían que podían encontrar en Paraguay a su segunda Patria. La gente creyó. Los que vinieron no se equivocaron.

–¿Cuántos vinieron? 

–Más de 1.000 de entrada. Sus familias fueron llegando más tarde desde mucho antes de la Guerra del Chaco. Yo sé por ejemplo que en la Guerra combatieron, entre otros, el general Belieyev, el general Ern. El primero fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército paraguayo...

–En el Paraguay nadie desconoce el protagonismo importante de los rusos en la Guerra del Chaco. Se decía que eran muy valientes. En estos días, un historiador militar recordaba el nacimiento del general (Jorge) Butlerov, que comandó el Regimiento de Caballería Acá Carayá que venció a los bolivianos en (la batalla de) Saavedra...

–El apellido Butlerov es muy conocido en Rusia, relacionado con los inventos, con las nuevas tecnologías. En la escuela ya se conoce ese apellido. Los rusos, al ser recibidos como en su casa, eso los motivó a defender el territorio paraguayo como a su propia Patria.

–Es curioso que en estos últimos 30 años no hayan crecido las relaciones que estaban unidas con sangre de la Guerra..

–La Universidad es fundamental para aprender las lecciones de la historia y nuestra misión es descubrir esa parte que la gente no conoce. Mis compatriotas se van a poner orgullosos de saber lo que hicieron sus antepasados que emigraron; y para los que viven acá, ojalá que valoren lo que hicieron los rusos.

–¿Cómo se llamaba San Petersburgo en tiempos del comunismo? 

–Leningrado: “La ciudad de Lenin”. Se puso el nombre cuando murió Lenin en 1924. San Petersburgo quiere decir “la montaña de San Pedro”. Cuando empezó la Guerra contra Alemania en 1914 le llamaron “Petrogrado” o “La ciudad de Pedro”. La palabra “Burgo” es de raíz alemana. 

–¿Cuándo recuperó su nombre original? 

–En 1991 se rebautizó con su nombre histórico: San Petersburgo. 

–¿La Universidad cambió de nombre también? 

–Antes se llamaba “Instituto Politécnico de Leningrado”. Ahora, nosotros volvimos a ponerle el nombre antiguo, auténtico: “Universidad Politécnica Pedro el Grande”...

–Era un zar de qué época...

–Fue un zar reformador, el más famoso de toda la historia de Rusia. Nació en 1670 y murió en 1725.

–¿Por qué lo recuerdan con el nombre de la Universidad? 

–Él hizo muchísimas cosas por Rusia. Primero, lo convirtió en un país marítimo. Para tener la salida al Mar Báltico tuvo que ganarle una guerra a Suecia. Para ganar la Guerra se tuvo que reformar la industria, la ingeniería. Se creó la artillería y muchas cosas más. Pedro el Grande llevó a Rusia al nivel de los más adelantados de Europa. Antes era como una colonia de Europa. Hasta el siglo XVIII, para todos los países, menos Turquía, Rusia y Japón eran colonias europeas. A partir de Pedro el Grande Rusia dejó de ser colonia de nadie.

–¿Cómo se vive la libertad después de décadas de autoritarismo? 

–Nos sentimos bien en un país libre. El nivel de vida es bueno pero la gente espera vivir mejor. Eso no quiere decir que no haya problemas.

–¿Necesitan que les gobierne siempre un líder fuerte como el que tienen ahora? Vladimir Putin...

–Rusia vivió siempre bajo liderazgo fuerte. No puede vivir de otra forma. Ya sobreviví ocho presidentes y para mí, Putin es el mejor...

–Recibió al Presidente de Paraguay...

–¿Usted sabe que eso influyó bastante para el interés de nuestra Universidad en venir a Paraguay? Para nosotros es importante estar presente en Paraguay.

–¿Qué opina de esa pulseada con Estados Unidos por esa acusación de piratería rusa en la campaña electoral?

–Nosotros nos reímos de esas historias. Los norteamericanos siempre quieren culpar a otros de sus propios problemas. La verdad prevalece, aquí o en Estados Unidos o en Rusia. Si nuestro Gobierno miente, enseguida vamos a notar, porque hay muchos medios, muchas fuentes de información. Es diferente hoy a la época soviética. Si a usted no le gusta una cadena o no confía, puede escuchar o ver otra. Lo mismo con los productos. Tratamos de comprar lo mejor que nos ofrece el mercado.

–¿Es posible que unos piratas rusos tengan el poder de manipular la información en Estados Unidos? Saltaron algunos nombres...

–Son los llamados “fakenews”. 

Si se puede probar podemos hablar. Los problemas que los norteamericanos tienen en su país tienen que resolverlo ellos. La Rusia de hoy no es la de hace 30 años pero hasta los europeos siguen pensando que Rusia no cambió. Lo que pasa es que estamos ante una lucha por el mercado. Rusia vende gas y petróleo pero los americanos quieren vender solamente lo suyo aunque sea caro, y creen que pueden convencer a los europeos. La política es la economía concentrada...

holazar@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...