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Iván Timofeyevick Belaieff, militar, geógrafo, antropólogo, indigenista, lingüista, científico y hasta poeta, fue uno de los grandes inmigrantes de la Rusia zarista integrante de la pléyade de grandes científicos y matemáticos que migró a nuestro país a principios del siglo XX y que contribuyó con innumerables e importantísimos aportes en beneficio de la patria de adopción, ayudando a engrandecer con sus labores en distintas facetas del quehacer nacional.
El general Belaieff –además de ser condecorado en su patria con la deseada medalla de San Jorge– recibió en nuestro país la distinción de General Honoris Causa por sus innumerables aportes en tiempos de la preguerra del Chaco así como durante la contienda bélica.
Producto de su docena de expediciones al interior del “infierno verde” en la década de 1920 elaboró mapas del Chaco que le permitieron a nuestro ejército guiarse efectivamente durante la contienda con Bolivia.
Los maká en Chaco’i
Sin embargo, uno de los mayores legados materiales que dejó en su patria adoptiva, antes de su muerte el 19 de enero de 1957, fue la creación de una reserva indígena para los maká, ubicada en Chaco’i.
En efecto, logró que en 1944, el Gobierno otorgara una extensión de 335 hectáreas de tierras fiscales en la margen derecha del río Paraguay a la altura de Chaco’i.
Inclusive, se encargó hasta de la educación del actual cacique Andrés Chemhei, a quien llevó a su propio domicilio en la capital del país para instruirlo y prepararlo para sus funciones.
Previó todo al punto de hacer estudiar dactilografía al cacique Chemhei.
El líder de la comunidad recuerda que “gracias a la amistad del general con la familia Carrasco, cuyos integrantes hasta hoy día nos ayudan, asesoran y protegen, pude estudiar en la academia Pitman”.
A modo de anécdota, Chemhei recordó que “allá por la década del 60 recibimos la donación de una máquina de escribir de parte de don Ricardo Carrasco Sola”.
Pero, lejos estaba Belaieff de imaginar que en pleno siglo XXI y luego de la instalación de varios puertos privados al sur de Puente Remanso, su principal legado para los indígenas a los que tanto guió y protegió, hoy sería blanco de la codicia de algunos empresarios que pretenden apoderarse de tierras que buscan la manera de reducir de tamaño.
Se llega al extremo de aislarlos e incluso privarlos de energía eléctrica que necesitaban para continuar progresando y llevar adelante sus proyectos.
Refirió el cacique que montaron la “Empresa Howatú” –firma que lleva el nombre aborigen elegido por Belaieff y que es de un patillo que abundaba en esa zona– para prestación de servicios de amarre de barcazas aprovechando su ubicación en el río, cerca de puertos privados de la zona.
En espera de la ANDE
“Pudimos acogernos a la liberación de impuestos al amparo de leyes que nos protegen, pero preferimos aportar los tributos como el IVA por nuestros servicios y con orgullo podemos decir que estamos al día con el fisco”, destacó el líder indígena.
“Pero –continuó- necesitamos que la ANDE nos conecte la luz que ya solicitamos en mayo de 2012 sin resultado hasta ahora. No pedimos nada gratis, ya que ofertamos pagar por la instalación del transformador así como la extensión”.
Asegura que “nuestros vecinos impiden que la línea eléctrica pase por sus propiedades, por lo que pedimos a la ANDE que lo hagan por la franja de dominio de la costa del río que es de libre acceso por ley”.
Dijo que “estamos de acuerdo con pagar el costo del proyecto, que tiene un presupuesto de 170 millones. Ya tenemos los 29 postes de cemento para la extensión”.
Los maká no quieren perder esta oportunidad que puede ser única para la comunidad.