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De acuerdo con la versión que dio ayer el detenido, luego de la consumación del atentado, él y Wilson fueron recogidos de la escena por Lorenzo, aunque también fueron seguidos por Flavio Acosta Riveros, quien era considerado como uno de los pistoleros, pero que en realidad habría sido el campana.
El grupo se trasladó rápidamente en motocicleta desde Villa Ygatimí hasta el centro de Ypejhú, donde esperaba “Neneco” Acosta Marques.
Esta parte de la historia contada por Arnaldo coincide plenamente con el monitoreo que hizo la Policía sobre las líneas de teléfonos celulares que utilizaron los involucrados.
Tal como se sospechaba, Vilmar Acosta Marques, alias “Neneco”, monitoreó todo el tiempo el crimen de Pablo a través de su celular, que estaba registrado a nombre de su chofer, según admitió este último.
Primero no y después sí
Al ser consultado por ABC Color acerca de su responsabilidad directa en el doble homicidio, Arnaldo Javier Cabrera López primero contestó que no.
Pero instantes después, cambió de postura y admitió en guaraní: “Bueno, che ajapo upéicharõ (bueno, yo lo hice entonces)”.
Los Acosta, luego del crimen huyeron al Brasil
Asimismo, ya ante los policías que lo detuvieron y que lo trajeron a Asunción, el sospechoso refirió que el primero en huir hacia el Brasil fue Vilmar Acosta Marques y que después le siguieron, en los días sucesivos, sus hermanos Wilson y Lorenzo, al igual que Flavio, sobrino de ellos.
Otros de los miembros del “clan” que escaparon al país vecino son Vidal Yuner Acosta Marques, buscado por narcotráfico, y Gustavo Acosta Gadea, alias “Chiqui”, hijo de Wilson y requerido por varios otros homicidios.
Como “remate”, Arnaldo Javier Cabrera López mencionó ayer que él también ejecutó, otra vez junto a Wilson, el homicidio del rival político de “Neneco”, el exintendente de Ypejhú Julián Núñez Benítez, y también se atribuyó la reciente muerte de un efectivo de la Policía Civil brasileña.