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Según el departamento financiero de la Comuna, se registró una pérdida de US$ 85 millones solo en el 2016 debido a que la mitad de los asuncenos no paga sus tributos. El 51% que sí abona “subsidia” al 49% que no paga. Ahora, la administración de Ferreiro lanzó una licitación para que una empresa privada realice un levantamiento de datos, actualice la situación de los terrenos y construcciones y elabore una nueva lista de las personas físicas o jurídicas que tienen propiedades en Asunción y que no pagan sus tributos.
Esta iniciativa generó una reacción negativa de algunos dirigentes de comisiones vecinales y, sobre todo, de sindicalistas de los empleados administrativos de la Comuna con el argumento de un posible uso de drones y la entrega de una base de datos al sector privado.
Aquí hay cosas que se dicen y otras que se ocultan. Por ejemplo, si la Municipalidad ya tiene un departamento encargado de controlar y hacer un seguimiento al pago de los tributos, ¿cómo se explica que haya un 50 por ciento de evasión? ¿Los fiscalizadores trabajan en serio o son simples planilleros? ¿Es cierto eso de que si trabajás en la Municipalidad o tenés un socio dentro ya no pagás los tributos?
Hay casi ocho mil empleados municipales y, pese a que centenares de ellos no tienen funciones específicas, no hay gente que vaya a controlar si los terrenos son baldíos o están ocupados por fastuosas residencias. Tampoco hay funcionarios que activen algún sistema de alarma porque un propietario hace diez años que no paga un guaraní a la Comuna y nadie objeta nada.
Cualquier negocio de elaboración de ladrillos o venta de remedios yuyos entraría en crisis y posible cierre si dejase de percibir el 50 por ciento de sus ingresos normales. Ningún comerciante podría subsistir con semejante nivel de pérdida.
Por otra parte, se plantea un serio problema de injusticia: el 51 por ciento de los asuncenos pagantes en realidad son unos idiotas porque “subsidian” al 49 por ciento de los capitalinos avivados que no pagan nada. ¿Esto les parece bien a los que se oponen a tomar medidas para que los evasores cumplan la ley?
Si no se corrige de inmediato esta grave anomalía, los contribuyentes cumplidores dejarán de portarse como tontos y pararán a engrosar las filas de los avivados sinvergüenzas.
No tiene sentido la enérgica reacción negativa de los funcionarios municipales. Si, como dicen, ellos pueden hacer el trabajo de control, facturación y cobro de los tributos, ¿por qué no lo hicieron desde hace añares? Ahora, que la función se quiere tercerizar, se enojan porque afirman que podrían quedarse sin trabajo. ¿Trabajo? ¿Cuál trabajo, el que nunca hicieron?
Vamos, a otro perro con ese hueso.
ilde@abc.com.py