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Certificados de avaluación de las barcazas Conapar 2010-02, 2010-03, 2010-04 y 2010-06, obrantes en el expediente judicial, firmados el 13 de mayo del 2010 por el Cap. Corbeta Medina Santacruz, en su calidad de jefe adjunto del departamento técnico de la Prefectura General Naval, fija en 168.955 dólares el “valor de tasación” de cada buque, excepto Conapar 2010-06 que deja en 145.652 de la moneda estadounidense.
Sin embargo, para el enero del 2013 (dos años y ocho meses después) las mismas barcazas ya estaban siendo ofrecidas en venta por 600 y 700.000 dólares.
Según la opinión de constructores, armadores y peritos navales consultados, la valoración de las embarcaciones realizada en el 2010 es baja porque en ese tiempo las mismas no iban a costar menos de 300.000 dólares. Actualmente, costarían alrededor de 500.000 de la misma moneda, según un representante de Gutnisky. Una barcaza nueva tipo “Mississippi”, con 60 metros de largo, 12,20 de ancho y 3,50 de altura, está entre los 600 a 800.000, conforme a un funcionario de un astillero, que produce barcazas, consultado ayer.
El punto llama la atención y son varias las hipótesis manejadas al respecto. Un armador y una fuente militar consultados estiman que la maniobra habría sido para pagar una póliza de seguro menor, ya que los que tienen en su poder esas naves –los hermanos Ramírez Dittrich y Darío Rubén Báez Pereira, de San Cayetano– habrían participado de una licitación convocada por el Estado, para lo cual se habría hecho una valuación exigida por el seguro.
Otra suposición de nuestras fuentes es que la subvaluación habrían hecho para pagar menos en concepto de impuestos.
Barcazas nuevas a precio bajo
La valoración baja de barcazas nuevas además pone en tela de juicio la versión de los Ramírez Dittrich y Báez Pereira de que mandaron hacer en astilleros locales las embarcaciones. ¿Por qué declarar un valor bajo de unas flamantes barcazas a solo meses de su botadura? Gutnisky reclama a Naveradi, de los Ramírez Dittrich, la devolución de nueve barcazas, que según la firma argentina fueron apropiadas en el 2010 por los citados empresarios mediante la simulación de la construcción de los buques. Báez Pereira también aparece como dueño de varias de las barcazas en cuestión. Según una de carta del 9 de enero del 2013, Báez Pereira estaba ofertando las barcazas Conapar 2010-3, 2010-4, 2010-06 y Nogal. Según solicitud de habilitación que obra en la Marina Mercante, las barcazas Conapar 2010 del 1 al 6 figuran a nombre de Naveradi.
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