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"Se ha actuado conforme a derecho", dijo escuetamente Oviedo a su salida del juzgado, en medio de fornidos militares fuertemente armados que lo transportaron desde la prisión de Viñas Cue hasta el Palacio de Justicia.
El juez Mayor Martínez hizo lugar al pedido de libertad planteado por la defensa y para ello tuvo en cuenta la solicitud de sobreseimiento libre que hicieron los fiscales acusadores.
Estos entendieron que en este caso no existen pruebas para mantener preso y procesado al líder opositor.
Al político le quedan por cumplir tres órdenes de prisión: por el caso Argaña, la muerte de los manifestantes de la plaza del Congreso y la condena a 10 años en el fuero militar que avaló la Corte wasmosista de 1998 para excluirlo de la carrera presidencial, donde aparecía como favorito a ganar los comicios.
Oviedo volvió el 29 de junio pasado al país por vía aérea tras cinco años de exilio. Fue detenido y se encuentra desde entonces prisionero en Viñas Cue por orden de la cúpula militar, que además le arrebató su cédula de identidad y lo somete a rigurosas medidas, como la restricción de recibir visitas e incomunicación telefónica.
Antes de la audiencia de ayer, sus custodios permitieron que hablara por espacio de 10 minutos con la prensa, oportunidad en que el líder de Unace denunció su situación de "secuestrado político".
"Mi situación es sui generis. Me dieron de baja absoluta y no tengo por qué estar en la prisión militar", enfatizó, mientras era escuchado atentamente por los militares, en su mayoría oficiales, que habrían sido especialmente seleccionados por el general Key Kanazawa y por los Argaña para vigilarlo, según algunas versiones del cuartel donde se halla cautivo.
Manifestó en ese sentido que Kanazawa no le devuelve su cédula de identidad que sus efectivos requisaron del político en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, el día de su arribo, el 29 de junio.
Oviedo aprovechó la cobertura periodística para denunciar que en la prisión de Viñas Cue sigue sufriendo violaciones de sus derechos humanos.
"Se sigue violando el artículo 26 de la Constitución Nacional, el de tener derecho acceso a la prensa, tanto de la prensa conmigo como yo con la prensa", dijo el político.
NO DECLARO RECASENS
Por otro lado, en el proceso sobre la muerte de Argaña, no compareció ayer ante el tribunal Luis Recasens Molinas, el ex secretario privado del extinto vicepresidente, quien dijo que su patrón había muerto en el departamento de una amante. En el mismo caso, para hoy está marcada la declaración de Víctor Barrios Rey, el chofer y testigo sobreviviente del atentado del 23 de marzo de 1999.
Ambos se refugiaron en mayo pasado en Brasil luego de confesar que Argaña ya estaba muerto a la hora del atentado del 23 de marzo de 1999.