Al presidente del Senado, el liberal Carlos Mateo Balmelli, se dirigió en forma personal para decirle que anteriormente, cuando solía visitarlo, al entrar a su despacho, le decía "te manda saludo (Domingo) Laíno" como si fuera a ponerle en situación embarazosa, a lo que él le respondía "a vos te manda saludo Fermín de Alarcón".
Lezcano hizo otras varias revelaciones sobre diputados que le iban a "hablar" por algunos casos judiciales y salían insatisfechos, lo que él presumía motivaba alguna inquina en contra suya y probablemente eran motivo para el juicio político. También a la senadora Ana María Mendoza de Acha (PQ) le recordó (sin nombrarla) que usufructuó la habilitación de escribana de su padre y que le había dicho que "Pedro (Fadul)" le recomendaba que mejor renunciara.
Al calificar de "comedia" y "farsa" el juicio, se preguntó si valía la pena "ser payaso en este circo" y se contestó que su presencia era para intentar que algunos ciudadanos puedan tener acceso de primera mano a algunas aclaraciones sobre los hechos de los que se le acusaba y para dejar constancia de la verdad en los archivos del Congreso.
El "blanco" de los ataques que realizó Lezcano Claude fue también el presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos, a quien acusó de aliarse con el Poder Legislativo para arrasar y hacer tabla rasa con la independencia del Poder Judicial.
A pesar de toda esta artillería y luego de descalificar una a una las acusaciones en su contra, Lezcano Claude instó a los senadores a votar contra su destitución y advirtió sobre las malas intenciones de "líderes políticos seudorreligiosos y moralistas de derecha y seudoprofetas revolucionarios hipócritas, en consecuencia dizque (dicen que) de izquierda", sin aclarar a quiénes se refería.