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Recientemente la Cámara de Diputados reglamentó los viajes parlamentarios limitando a tres veces por año y a la aprobación previa de la presidencia de la Cámara tras un análisis de la importancia del mismo.
Pero, observando los informes elaborados por los propios diputados viajeros en la página web de la Cámara, lo que las autoridades deberían analizar es qué beneficios traen estos viajes para el país.
Dichos “informes” son elaborados sin ningún criterio ni fundamento técnico y más bien parecen transcripciones directas de las agendas o programas que se reparten normalmente en los congresos o eventos a los que presuntamente viajan los diputados y que es posible de confeccionar para cualquier alumno de primaria.
Además, los “informes” que figuran en la web de Diputados son solo de los viajes realizados en los últimos cuatro meses porque, según fuentes, aparentemente antes ni siquiera se exigía la presentación de los mismos, por lo que el diputado viajero podía estar más que tranquilo durante su estadía por los exóticos lugares que visitaba.
No obstante, en los documentos presentados se puede ver el deplorable nivel y el escaso o nulo aporte que contienen. Para muestra basta un botón, y en ese sentido, el informe, por ejemplo, de la diputada Esmerita Sánchez (PLRA) sobre su viaje a la ciudad de Panamá, entre el 24 y el 26 de julio pasado, para la “Reunión de la Comisión de Salud del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), es prácticamente un calco de la agenda y del programa de actividades de dicho foro. No menciona una sola línea de qué es lo que se podría aprovechar del costoso viaje para su aplicación en nuestro país y mucho menos para la presentación de un anteproyecto de ley en línea con los temas desarrollados en la citada reunión.
Otro claro ejemplo es el “informe” del diputado Ramón Romero Roa (ANR) sobre su viaje desde el 28 al 31 de mayo pasados a la ciudad argentina de Ushuaia para la XVII Asamblea General Ordinaria de la Unión de Parlamentarios Sudamericanos y del Mercosur (ver facsímil). En una muy escueta nota, Romero Roa se limita simplemente a señalar adónde fue, el nombre del foro del que participó y quiénes estuvieron, pero tampoco registra una sola línea de qué beneficios podría tener para el país dicha reunión.
Viajeros improductivos
Por otro lado están los “viajeros improductivos”, es decir, los diputados que más viajan y que menos producen en la Cámara Baja.
Encabeza la lista, nuevamente, Esmerita Sánchez, quien viajó siete veces con destinos nada despreciables como Francia, España, China, República Dominicana y México, pero hasta ahora no ha presentado un solo proyecto de ley en la Cámara Baja.
Le sigue otro lamentable personaje como Carlos Portillo, quien tiene en su haber seis viajes (uno no concretó pero igual cobró el viático de casi G. 20 millones) y presentó solo dos proyectos de ley de los cuales uno es “instar al pueblo paraguayo al ayuno convocado por el papa Francisco”.
También están Juan Bartolomé Ramírez con cinco viajes y solo dos proyectos presentados, Héctor Lesme con ocho viajes y cuatro proyectos, y Édgar Ortiz con cinco viajes y seis proyectos, pero ninguno de ellos relacionados a los costosos viajes realizados.
Además están los ya conocidos viajes de Jorge Baruja (ANR) a Cancún, Purificación Morel (ANR) a Colombia y muchos otros que demuestran que estos viajes son solo de placer y de turismo y no benefician en nada al país.
mvelazquez@abc.com.py