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“Arnaldo Javier Cabrera conoció al Sr. Vilmar Acosta Marques, en Asunción, en la tienda de telas “El fabricante”. El señor había preguntado al vendedor si no conocía un buen tapicero, y como todos los vendedores conocían a Cabrera, y él estaba en ese momento en el lugar, el vendedor le pregunta a Cabrera si no le gustaría hablar con el señor que estaba buscando tapicero, fue así que se conocieron”, refiere el escrito.
Añade: “Vilmar le había preguntado por cuanto iría a hacer el tapizado de su camioneta en la ciudad de Ypejhú, le pasó el presupuesto. Después a los quince días le había llamado a su celular Nº 0981-758591 para que prepare su máquina de coser, vino a buscarle en una camioneta, se quedó una semana en la ciudad, terminado su trabajo volvió”.
Pero la relación entre ambos se extendió, conforme al relato de los fiscales intervinientes.
“Luego a comienzo del año 2014, Vilmar Acosta Marques llamó a Arnaldo Cabrera para que se traslade a vivir a la ciudad de Ypejhú, que él le daría una casa donde quedarse con su familia y que trabajaría en su profesión de tapicero, luego Vilmar le nombró como chofer en la Municipalidad de Ypejhú, como chofer del intendente, que en ese tiempo era Vilmar Acosta, por lo que Arnaldo conocía todo los movimientos y acciones del exintendente”.
Acosta Marques era intendente de Ypejhú cuando ocurrió el atentado.
Optó por abandonar el cargo y huir a Brasil, de donde fue extraditado el pasado 17 de noviembre, para rendir cuentas ante la justicia paraguaya.