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La parlamentaria declaró como testigo en el juicio oral y público contra su aliado político Vilmar “Neneco” Acosta, presunto instigador del asesinato de Pablo Medina y su acompañante Antonia Almada, ocurrido el 16 de octubre de 2014 en Villa Ygatimí (Canindeyú). En su testimonio, Villalba manifestó que tras conversar telefónicamente con el exintendente colorado de Ypejhú inmediatamente se comunicó con el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, y este le manifestó que Vilmar se presente, que gozaba de todas las garantías porque temía por su vida, incluso que los fiscales ya se encontraban en la zona y podía presentarse ante el Ministerio Público, según el relato de la fiscala Sandra Quiñónez (candidata del presidente Horacio Cartes para fiscal general del Estado).
Villalba evitó en lo posible que su declaración sea audible para los periodistas, que seguían el juicio oral y público a través de parlantes. Testificó por menos de una hora. La declaración de la diputada cartista se centró en la comunicación que mantuvo con “Neneco”. Testificó que por la prensa se enteró del asesinato de Pablo y que en ningún momento pensó en no atender el llamado de “Neneco” porque se trataba de una figura pública.
Mencionó que sugirió a “Neneco” que en caso de que tenga algo que ver se presente y se ponga a disposición de la justicia porque “aquel que no debe no teme” (sic). También declaró que su relación con “Neneco” era más bien política y que iba a Ypejhú en los días de gobierno, al igual que él iba a la gobernación cuando era ella gobernadora de Canindeyú. Para la Fiscalía la declaración de la diputada es relevante porque confirma que la línea celular que aparece en el cruce de llamadas era utilizada por Acosta, a pesar de que no estaba a su nombre.
Villalba amparada en sus fueros solicitó que el Tribunal de Sentencia, presidido por Ramón Trinidad Zelaya se traslade a la bancada oficialista. Igualmente asistieron los fiscales Quiñónez y Vicente Rodríguez, al igual que “Neneco” y sus defensores Ricardo Paredes, Amelio Sisco y Víctor Alderete.
La Fiscalía volvió a ratificar que “Neneco”, exintendente de Ypejhú, es responsable de la autoría moral del asesinato de Pablo y de su acompañante Antonia.