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Dijo que con varios mineros de la zona estuvieron atentos a las publicaciones del diario ABC Color y que las mismas generaron preocupación entre ellos.
“Como había un conflicto, los compañeros se asociaron en una cooperativa. Después trabajaron con un acuerdo con los mineros que ahora están trabajando (...) Son varios los problemas que nosotros nos callamos. Veníamos intentando formalizar nuestro trabajo como mineros. La ley no nos favorece”, lamentó Aguilera.
“Sabemos que Paraguay no es un país de tradición minera y capaz se aventuraron para hacer leyes que tienen estas consecuencias”, puntualizó.
Pero después, el Gobierno sacó el permiso a Minas Paraguay por no haber pagado un canon irrisorio.
En realidad, quien buscaba presionar era Eduardo Heisecke, socio comercial de Juan Carlos López Moreira, el jefe de Gabinete de Horacio Cartes.
Ahora, esa concesión está a punto de ser entregada a un abogado, exfuncionario del MOPC que no cuenta con solvencia técnica ni económica.
“Los mineros veníamos de una odisea. Dicen que somos informales, que trabajamos ilegal y que contaminamos. Hay que ser realistas. Había una ausencia de las autoridades”, indicó.
Reconoció que cuando se desafectó parte del área otorgada a Lampa, tuvieron esperanzas de que los pequeños mineros de la zona pudieran acceder a ella para realizar los trabajos de prospección y cateo; sin embargo, grande fue la sorpresa que se llevaron cuando escucharon que la propiedad iba a ser entregada a un tal Edgardo López Domínguez, del que no habían escuchado nunca sino hasta que comenzaron a realizar sus averiguaciones.