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El presidente Horacio Cartes y su vicepresidente Juan Afara participaron ayer del tedeum que ofreció la Iglesia Católica, con motivo del inicio del nuevo período constitucional. Del acto también participaron los presidentes Sebastián Piñera (Chile), Dilma Rousseff (Brasil), Cristina Fernández (Argentina), José Mujica (Uruguay), Ollanta Humala (Perú) y otros representantes de países invitados.
En su homilía, Cuquejo reclamó urgente y decidida atención a las necesidades del pueblo paraguayo. “Más que nunca el pueblo paraguayo necesita de una atención firme, decidida y urgente, tanto de las autoridades nacionales como del servicio evangelizador de los pastores de la Iglesia”, indicó.
En otro momento, el arzobispo indicó que los miembros de la Iglesia Católica son los mismos ciudadanos. Estos reciben el servicio de la evangelización por parte de la Iglesia y el servicio del Estado en su dimensión humano-temporal. “Cuando el Estado promueve obras de promoción de la dignidad humana, como la atención a los más necesitados, el cuidado de la salud, una educación integral y otras necesidades básicas, si lo hace con dimensión de fe, está ejerciendo el servicio de la caridad”, resaltó.
Destacó que la fe es una luz y una fuerza que le da sentido a las obras sociales, principalmente aquellas que inciden en la abolición de la corrupción en todas sus manifestaciones. Agregó que cuando la fe ilumina estas acciones se puede decir que el Estado se convierte en instrumento de caridad para atender al pueblo necesitado.
Al referirse a la fiesta de la Asunción, dijo que fue proclamada por el papa Pío XII en el año 1950 y declarada Mariscala del Ejército Paraguayo en el año 1951 por el gobierno de entonces. Explicó que desde la fundación del Fuerte de Santa María Nuestra Señora de la Asunción, el pueblo ha mantenido esa fecha religiosa, como la principal en todo el país.
Cuquejo sostuvo que el rol de la Iglesia es el anuncio de la salvación y María es la promotora de este anuncio.
Finalmente, recordó a su antecesor Juan Sinforiano Bogarín, quien dijo que “las luchas intestinas han desangrado y dividido a la familia paraguaya. Ninguna de ellas trajo el bien que se prometía. El odio destruye, la paz edifica. Busquemos el engrandecimiento de la nación”.
Empujones de los guardias
La guardia de seguridad de la mandataria argentina, Cristina Fernández, mantuvo un altercado con los periodistas ubicados en la explanada de la Catedral Metropolitana.
Los trabajadores de prensa intentaron realizar preguntas a la Jefa de Estado argentina, pero fueron empujados por los miembros de seguridad de la delegación argentina.