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La matanza indiscriminada de animales silvestres es una realidad cotidiana. Cazadores furtivos causan estragos y muchos matan por el simple placer de disparar. La Secretaría del Ambiente autorizó en forma experimental la cacería deportiva, que es una alternativa comprobada de generar ingresos y de contener la acción de cazadores furtivos. Paraguay tiene potencial para generar 150 millones de dólares anuales, en concepto de caza deportiva.
No pasa un día sin que cazadores furtivos ocasionen estragos en Paraguay. La fauna silvestre se encuentra a expensas de personas que matan por el simple placer de probar puntería.
El daño que ocasionan los cazadores ilegales supera toda posibilidad de cálculo, dado que actúan sin ningún control.
Una escopeta en la cabina del vehículo y basta con parar, para tirar contra todo bicho que se cruce en el camino.
Esta es una realidad que no se puede negar. Basta con dar una vuelta por la ruta Transchaco para encontrar venados o jabalíes expuestos para la venta.
Todos los días se matan animales silvestres y la población de nuestra fauna está disminuyendo drásticamente por la acción de cazadores furtivos.
Buena parte del problema radica en que la fauna silvestre no tiene valor económico. No existe una cotización del animal y por lo tanto se tiene el convencimiento de que se puede matar porque nadie pierde nada.
En más de una oportunidad nos cruzamos con cazadores furtivos en el Chaco y los vimos disparar contra el tuyuyú cuartelero, cuya carne no puede comerse.
Al preguntar por qué disparaban, la respuesta era simple: "Estamos probando puntería".
Y no faltaban quienes en tono desafiante preguntaban "¿y a quién le importa, si están nomás luego aquí?".
Cacería experimental
La Secretaría del Ambiente facilitó el permiso de cacería deportiva en forma experimental, la autorización fue entregada a Jim Shockey, ciudadano norteamericano, conductor de un programa de televisión dedicado a la caza deportiva.
El Dr. Juan Francisco Facetti, ex ministro de la Secretaría del Ambiente, calificó la decisión como un paso importante en procura de preservar nuestro ambiente.
Al respecto dijo: "Existe la creencia de que la cacería deportiva es un riesgo para la fauna silvestre y esto es completamente falso".
Agregó que "en Africa, 37 países admiten la cacería deportiva. Se logró la recuperación de animales como el leopardo, el elefante, el elefante negro y el rinoceronte, que estaban en proceso de extinción por la sobrecacería. El control y la concesión de permisos por parte del Estado permiten combatir la cacería furtiva".
Siguiendo con ejemplos, el Dr. Facetti comentó que "Suecia, en 1973, tenía una población de 11 osos, en todo el país. En este momento se contabilizan más de mil. El proceso de recuperación vino junto con la apertura de la cacería deportiva".
Agregó que "en Africa, la GTZ y la FAO llevan a cabo estudios en torno a la cacería sostenible, como herramienta para combatir la pobreza en comunidades pequeñas".
En América Latina, ocho países otorgan permisos de caza deportiva; en nuestra región, Chile, Argentina, Perú y Uruguay reciben cada año a cazadores deportivos.
Potencial de Paraguay
Nuestro entrevistado mencionó que el potencial económico de Paraguay se puede estimar en 150 millones de dólares anuales en concepto de ingresos generados por la llegada de cazadores deportivos.
No es necesario entrar en detalles de todos los beneficios que genera el turismo, dado que el impacto económico positivo experimentan desde taxistas hasta negocios de artesanía, pasando por un sinnúmero de negocios.
Paraguay cuenta con 14 especies de mamíferos que pueden ser objeto de caza deportiva, que se suman al yacaré.
"Nuestro país puede ser único en Latinoamérica por la cantidad de especies que pueden ser objeto de caza controlada. Argentina, por ejemplo, solo cuenta con cuatro especies, de las cuales tres son exóticas", dijo nuestro entrevistado.
Mencionó el Dr. Facetti que existen reglas bien definidas en materia de caza deportiva. Citó a modo de ejemplo que se matan animales viejos, conflictivos y en ningún caso hembras, para no romper la cadena de reproducción.
"La decisión de qué especies y en qué cantidad pueden ser piezas de cacería se determina con base en un monitoreo biológico. La Secretaría del Ambiente determinará lo que se puede cazar en forma deportiva", aclaró el especialista.
Siguiendo con el tema, no faltan comentarios lastimeros diciendo que "no puede matar una blanca palomita", como argumento en contra de la caza deportiva de palomas.
Dijo sobre el punto: "La paloma es una plaga, causa estragos entre los productores de sorgo y maní. Una forma de combatirla es a través de la caza, como se viene haciendo en nuestro país".
La cacería furtiva es el verdadero peligro, no la cacería deportiva.
No pasa un día sin que cazadores furtivos ocasionen estragos en Paraguay. La fauna silvestre se encuentra a expensas de personas que matan por el simple placer de probar puntería.
El daño que ocasionan los cazadores ilegales supera toda posibilidad de cálculo, dado que actúan sin ningún control.
Una escopeta en la cabina del vehículo y basta con parar, para tirar contra todo bicho que se cruce en el camino.
Esta es una realidad que no se puede negar. Basta con dar una vuelta por la ruta Transchaco para encontrar venados o jabalíes expuestos para la venta.
Todos los días se matan animales silvestres y la población de nuestra fauna está disminuyendo drásticamente por la acción de cazadores furtivos.
Buena parte del problema radica en que la fauna silvestre no tiene valor económico. No existe una cotización del animal y por lo tanto se tiene el convencimiento de que se puede matar porque nadie pierde nada.
En más de una oportunidad nos cruzamos con cazadores furtivos en el Chaco y los vimos disparar contra el tuyuyú cuartelero, cuya carne no puede comerse.
Al preguntar por qué disparaban, la respuesta era simple: "Estamos probando puntería".
Y no faltaban quienes en tono desafiante preguntaban "¿y a quién le importa, si están nomás luego aquí?".
Cacería experimental
La Secretaría del Ambiente facilitó el permiso de cacería deportiva en forma experimental, la autorización fue entregada a Jim Shockey, ciudadano norteamericano, conductor de un programa de televisión dedicado a la caza deportiva.
El Dr. Juan Francisco Facetti, ex ministro de la Secretaría del Ambiente, calificó la decisión como un paso importante en procura de preservar nuestro ambiente.
Al respecto dijo: "Existe la creencia de que la cacería deportiva es un riesgo para la fauna silvestre y esto es completamente falso".
Agregó que "en Africa, 37 países admiten la cacería deportiva. Se logró la recuperación de animales como el leopardo, el elefante, el elefante negro y el rinoceronte, que estaban en proceso de extinción por la sobrecacería. El control y la concesión de permisos por parte del Estado permiten combatir la cacería furtiva".
Siguiendo con ejemplos, el Dr. Facetti comentó que "Suecia, en 1973, tenía una población de 11 osos, en todo el país. En este momento se contabilizan más de mil. El proceso de recuperación vino junto con la apertura de la cacería deportiva".
Agregó que "en Africa, la GTZ y la FAO llevan a cabo estudios en torno a la cacería sostenible, como herramienta para combatir la pobreza en comunidades pequeñas".
En América Latina, ocho países otorgan permisos de caza deportiva; en nuestra región, Chile, Argentina, Perú y Uruguay reciben cada año a cazadores deportivos.
Potencial de Paraguay
Nuestro entrevistado mencionó que el potencial económico de Paraguay se puede estimar en 150 millones de dólares anuales en concepto de ingresos generados por la llegada de cazadores deportivos.
No es necesario entrar en detalles de todos los beneficios que genera el turismo, dado que el impacto económico positivo experimentan desde taxistas hasta negocios de artesanía, pasando por un sinnúmero de negocios.
Paraguay cuenta con 14 especies de mamíferos que pueden ser objeto de caza deportiva, que se suman al yacaré.
"Nuestro país puede ser único en Latinoamérica por la cantidad de especies que pueden ser objeto de caza controlada. Argentina, por ejemplo, solo cuenta con cuatro especies, de las cuales tres son exóticas", dijo nuestro entrevistado.
Mencionó el Dr. Facetti que existen reglas bien definidas en materia de caza deportiva. Citó a modo de ejemplo que se matan animales viejos, conflictivos y en ningún caso hembras, para no romper la cadena de reproducción.
"La decisión de qué especies y en qué cantidad pueden ser piezas de cacería se determina con base en un monitoreo biológico. La Secretaría del Ambiente determinará lo que se puede cazar en forma deportiva", aclaró el especialista.
Siguiendo con el tema, no faltan comentarios lastimeros diciendo que "no puede matar una blanca palomita", como argumento en contra de la caza deportiva de palomas.
Dijo sobre el punto: "La paloma es una plaga, causa estragos entre los productores de sorgo y maní. Una forma de combatirla es a través de la caza, como se viene haciendo en nuestro país".
La cacería furtiva es el verdadero peligro, no la cacería deportiva.