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El legislador dijo que Cubas no debía comportarse de esa manera “ni siquiera si el comisario tuviese antecedentes de ser narcotraficante”. Agregó que algunos parlamentarios tienen una “eyaculación precoz” o “multiorgasmos” cuando tienen flashes, cámaras de video o micrófonos “cerca de la boca”. Las frases peyorativas hacia las mujeres fueron, incluso, acompañadas por aplausos de varios diputados colorados, especialmente de Rocío Abed de Zacarías Irún (ANR, cartista).
Aludida, Kattya González reconoció ser “multiorgásmica” ante un Congreso de “frígida” moral. También sostuvo que no se dejará amedrentar por comentarios de machistas que buscan marcarle su agenda.
A su turno, Sebastián Villarejo (PPQ, Capital) pidió no caer en la “indignación selectiva”, ya que todos se escandalizan por vasos rotos, pero pocos se indignan con los casos de corrupción. Dijo esto en alusión a los numerosos procesos judiciales que enfrentan diputados como los imputados Carlos Portillo (efrainista) y Tomás Rivas (cartista), entre otros.
Por su parte, Édgar Ortiz (llanista, Itapúa) pidió a la ciudadanía no hacer tanto caso a los escándalos en el Congreso cuando el gasto del Poder Legislativo es del “1.5% del presupuesto”.
Agregó que existen “cocinadas” más grandes en otros poderes del Estado que no llaman la atención de los medios de prensa y de la ciudadanía. Justamente días atrás, Ortiz se desmarcó de un escándalo con la nutricionista Sandra Stefani Ortellado.