Justo Cárdenas entra en contradicción

El presidente del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Justo Cárdenas, ensayó ayer contradictorias explicaciones para justificar la sospechosa aprobación de la donación de la firma San Agustín, vinculada a un presunto negociado estatal de 5.742 hectáreas de tierra.

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Dijo el directivo: “Yo no estoy reconociendo que la deuda sea legítima”, en relación a los G. 12.000 millones que supuestamente el Indert debía a la firma San Agustín, por la compra de unas 5.742 hectáreas ubicadas en el departamento de Cordillera.

Sin embargo, en la misma declaración a la prensa, Cárdenas opinó totalmente en el sentido contrario: “Es una deuda perfeccionada que se encuentra en el título de propiedad, no se puede negar esa deuda”, dijo.

Ahora ve “con buenos ojos” el fraude

Hace solo seis meses, el 22 de noviembre de 2013, el presidente del Indert, Justo Cárdenas, había declarado en forma categórica con relación a la compra estatal de la empresa San Agustín: “Es por todos conocido que el caso San Agustín fue un pago fraudulento, manipulado, que estuvo mal”.

Pero ayer, en una posición totalmente contradictoria, señaló: “Comprendo perfectamente que un sector de la ciudadanía hoy no vea con buenos ojos este tema bastante complejo, por la coyuntura que lo rodea, pero creo que no pudimos hacer otra cosa que aceptar la propuesta”, explicó.

Pero luego explicó que su cambio de posición se debe a que antes se regía “por la moral y ahora por la leyes”.

La de hace unos meses fue “una postura ética y moral que no tenía fundamentos jurídicos que respalden esa posición”; “pero, ahora lo estoy cumpliendo, ya con respaldo jurídico”, según sus palabras.

Según Cárdenas la acción de su administración, con el que reconoció la deuda estatal a la firma San Agustín, supuestamente no acarreará consecuencias jurídicas, pero espera “que la Justicia se ponga a la altura de las exigencias”.

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