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El político colorado tuvo una vergonzosa intervención en la mañana del viernes: ordenó a la Policía Nacional la liberación de un vehículo que traficaba en forma ilícita rollos de madera. Esto sucedió en la localidad de Yasy Cañy, departamento de Canindeyú.
La carga no disponía de guías forestales y el conductor del camión "rollero" carecía de documentos personales. El vehículo, el transportista y los rollos fueron retenidos por orden de la agente fiscal María Bernarda Alvarez, de la Unidad Penal Especializada Ambiental.
La fiscala Alvarez dispuso el traslado de los rollos hasta la comisaría de Curuguaty, donde llegó el diputado colorado Julio César Colmán exigiendo la liberación de la carga ilegal. La negativa de la agente fiscal descontroló por completo al parlamentario colorado, quien en un momento dado amenazó con destituir a la fiscala ambiental por negarse a cumplir sus órdenes.
¿Por qué perdió el control el diputado? Esto sucedió porque el vehículo, guiado por Emilio Orué, pertenece a Juan Carlos Rodas, un dirigente político que responde al grupo liderado por el legislador Julio César Colmán.
En diversas oportunidades se denunció el amparo del diputado Julio César Colmán al rollotráfico. Colmán siempre negó y pidió pruebas que lo involucren con actos ilícitos en la frontera. Ahora tenemos y son suficientes e irrefutables.
Sin temor a equivocarnos podemos sostener que el político colorado Julio César Colmán brinda amparo y protección a la destrucción de nuestro país. Este parlamentario (¡parlamentario!) es cómplice en el tráfico ilegal de rollos de madera.
No dudó en utilizar en forma arbitraria y prepotente la impunidad que le brindan los fueros para poner obstáculos a la intervención de la justicia. Permitió que un cargamento ilegal huyera de las manos de la justicia.
Lo peor de todo es que se pegó el lujo de amenazar a la fiscala María Bernarda Alvarez con su destitución del Ministerio Público, intentando extorsionar a la agente fiscal aprovechando su poder como parlamentario. Todo porque se negó a liberar un cargamento ilegal que pertenece a su protegido político.
¿Qué utilidad brinda al país un legislador como Julio César Colmán? Ninguna. Estamos soportando "impuestazos" para poder mantener privilegios a personas que al final terminan dando protección a la corrupción. Pagamos el salario a parlamentarios que permiten la consolidación de grupos mafiosos. ¿O acaso el diputado se enfrentó a la fiscala Alvarez en forma desinteresada?
La agente fiscal María Bernarda Alvarez puede sentirse orgullosa de haber sido atropellada por una persona como el diputado colorado Julio César Colmán. Quiere decir que no es su amiga y que todavía puede mirar de frente.
La carga no disponía de guías forestales y el conductor del camión "rollero" carecía de documentos personales. El vehículo, el transportista y los rollos fueron retenidos por orden de la agente fiscal María Bernarda Alvarez, de la Unidad Penal Especializada Ambiental.
La fiscala Alvarez dispuso el traslado de los rollos hasta la comisaría de Curuguaty, donde llegó el diputado colorado Julio César Colmán exigiendo la liberación de la carga ilegal. La negativa de la agente fiscal descontroló por completo al parlamentario colorado, quien en un momento dado amenazó con destituir a la fiscala ambiental por negarse a cumplir sus órdenes.
¿Por qué perdió el control el diputado? Esto sucedió porque el vehículo, guiado por Emilio Orué, pertenece a Juan Carlos Rodas, un dirigente político que responde al grupo liderado por el legislador Julio César Colmán.
En diversas oportunidades se denunció el amparo del diputado Julio César Colmán al rollotráfico. Colmán siempre negó y pidió pruebas que lo involucren con actos ilícitos en la frontera. Ahora tenemos y son suficientes e irrefutables.
Sin temor a equivocarnos podemos sostener que el político colorado Julio César Colmán brinda amparo y protección a la destrucción de nuestro país. Este parlamentario (¡parlamentario!) es cómplice en el tráfico ilegal de rollos de madera.
No dudó en utilizar en forma arbitraria y prepotente la impunidad que le brindan los fueros para poner obstáculos a la intervención de la justicia. Permitió que un cargamento ilegal huyera de las manos de la justicia.
Lo peor de todo es que se pegó el lujo de amenazar a la fiscala María Bernarda Alvarez con su destitución del Ministerio Público, intentando extorsionar a la agente fiscal aprovechando su poder como parlamentario. Todo porque se negó a liberar un cargamento ilegal que pertenece a su protegido político.
¿Qué utilidad brinda al país un legislador como Julio César Colmán? Ninguna. Estamos soportando "impuestazos" para poder mantener privilegios a personas que al final terminan dando protección a la corrupción. Pagamos el salario a parlamentarios que permiten la consolidación de grupos mafiosos. ¿O acaso el diputado se enfrentó a la fiscala Alvarez en forma desinteresada?
La agente fiscal María Bernarda Alvarez puede sentirse orgullosa de haber sido atropellada por una persona como el diputado colorado Julio César Colmán. Quiere decir que no es su amiga y que todavía puede mirar de frente.