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Sobre este último relató que era quien firmaba muchos documentos para Darío y que era el testaferro del hoy prófugo.
“Firma muchas cosas para Darío, así como las escrituras están a nombre de él. No sé decir con exactitud qué firma, pero sé que muchas cosas están a su nombre”, insistió.
Sobre el también prófugo Ilan Grinspun, Messer se refería a él siempre como “su hombre en Paraguay”.
“Juanpa” e Ilan eran los encargados de buscar a Messer desde Foz cada vez que él viajaba rumbo a tierras paraguayas.
El hombre de los pagos
Grinspun era el encargado de cuidar todos los contactos de Messer, de comprar y revender terrenos y hacer todas las transacciones bancarias del doleiro en Paraguay, relató Sérvulo. De hecho, fue él mismo quien se encargó de comprar la casa que tenía dentro del Paraná Country Club y desde donde funcionaban inicialmente las empresas que Messer montó en nuestro país.
Según la justicia brasileña, Messer utilizó unas 3.000 empresas offshore y 52 países para mover alrededor de US$ 1.652.000.000 de forma ilícita.
El administrador en nuestro país conversaba constantemente con dos hombres que también formaban parte del esquema de pagos: “Toni que vivía en Uruguay y Lucas que vivía en Paraguay y creo que era uno de los dueños del Banco Guarany”.
El Banco Guarany de Foz era precisamente uno de los que Messer utilizaba para realizar los giros de dinero una vez que Grinspun sacaba grandes sumas que habían sido transferidas a sus cuentas en Paraguay.
“Al principio Ilan cruzaba la frontera para realizar personalmente los depósitos y me mandaba vía e-mail o WhatsApp los comprobantes. Eso fue hasta tener montadas las empresas y tener funcionarios”, continuó Carolina.
“Yo ponía en un e-mail todos los depósitos y mandaba a los locales que pedían pagos”, aseveró.
Todo debía pasar siempre por las cuentas de e-mail de las empresas en Paraguay.