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Los legisladores Enrique Bacchetta y Silvio “Beto” Ovelar calificaron la actitud de los diputados como una “vendetta” hacia los legisladores cuestionados, a quienes “se pretende satanizar”, según aseguraron.
Los senadores colorados Enrique Bacchetta y Silvio “Beto” Ovelar defendieron ayer en la sesión plenaria a sus colegas Arnoldo Wiens y Arnaldo Giuzzio, tras la resolución de la Cámara de Diputados que exhorta a la Fiscalía a investigar a los legisladores por el “narcoaudio”.
Bacchetta acusó a los diputados de tomar una actitud “revanchista y de vendetta” contra los senadores que escucharon al narcotraficante Ezequiel de Souza.
“Yo creo que no existe ningún hecho penal. Esto es una especie de revanchismo o vendetta de lo que hizo (Luis) Rojas (Senad) cuando hizo la denuncia (de narcopolítica) en la Comisión de Lucha contra el Narcotráfico. Yo creo que los diputados, en una actitud de revanchismo, están tratando de hacer una denuncia ante la Fiscalía por un hecho que no tiene sustento jurídico”, agregó.
Además cuestionó a los legisladores de la Cámara Baja porque no solicitaron la investigación penal contra la diputada colorada por Canindeyú Cristina Villalba y su hermano Carlos “Cabrito” Villalba, intendente de La Paloma, quienes son citados en el “narcoaudio”.
Por su parte, el senador Silvio “Beto” Ovelar ironizó que los diputados buscan “satanizar” a los senadores cuestionados.
“Dentro de poco con la venida del papa Francisco van a tratar de beatificar a sus colegas diputados porque son grandes ángeles alados y les tenemos a dos exponentes que hay que satanizar”, indicó.
Lamentó ese “tipo de clase política”, que acepta cualquier tipo de imposiciones y diferenció a los senadores de su equipo que “no se venden ni se alquilan”.