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Julio Franco (ANR), intendente de la localidad de Lima, San Pedro, afirmó que el titular de la Secretaría de Acción Social (SAS) manipula políticamente la entrega de dinero destinado a familias que viven en la pobreza extrema y que incluso reciben la ayuda personas que poseen vehículos, casas y animales. Dijo que el 80% de los guías familiares y facilitadores responden a una misma línea política: la izquierda.
Desde la SAS aseguran que hoy son beneficiadas con el programa de Transferencia Monetaria Condicionada (TMC) alrededor de 120.000 familias que viven en la extrema pobreza. Según el intendente de Lima, la cifra es irreal ya que hay familias que figuran en las planillas, pero que jamás recibieron el aporte.
¿Ha encontrado irregularidades en el programa Tekoporã que lleva adelante la SAS?
De entrada la cifra de 120.000 familias beneficiadas que ellos mencionan es irreal. Los nombres aparecen en la SAS, pero en realidad no cobran. Falta atención a los reclamos de la gente que figura como beneficiaria. Hay personas que no están cobrando, pero que figuran en las planillas, quizás por algún problema que hay dentro del sistema informático de la SAS. Nosotros venimos haciendo este reclamo desde hace dos años, de gente que dejó de percibir y la SAS no hizo una limpieza de su sistema. La información que manejo es que la SAS instaló su oficina de reclamos, hace un mes y medio aproximadamente, y tienen reclamos de todo el país. Estarán entre los 15.000 y 20.000 los reclamos que ellos tienen pendientes por dar una solución.
¿Es cierto que perciben las Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC) familias que no están en situación de pobreza extrema?
Es cuestión de revisar las planillas de pagos y verificar las viviendas de esas personas que reciben el dinero. Se encontrará que hay familias que no merecen, pero que igual cobran. Nosotros hacemos los reclamos, pero se estancan en la oficina central de la SAS.Hay gente de extrema pobreza que por falta de respuestas a los reclamos tampoco está cobrando y eso es injusto, ya que las personas que tienen vehículos, casas, negocios y hasta animales están cobrando, mientras que quienes están en una paupérrima situación dejan de percibir por falta de atención a sus reclamos.
¿Usted cree que existe una desprolijidad en la gestión de Pablino Cáceres o que todo se hace adrede?
Creo que es falta de oficio del ministro Cáceres. Además no tiene las personas idóneas que ayuden a llevar adelante los programas y en algunos casos se hace adrede, ya que también se manipulan políticamente las cuestiones de los pagos. Se intenta ideologizar a la gente. Le cargan los bolsillos y no le cargan la cabeza para que se desarrollen como personas.
Por ejemplo, los guías familias o facilitadores, quienes asisten a las familias, responden a una línea política en un 80%. Tenían que dejar un porcentaje porque de lo contrario sería demasiado evidente que están manipulando. En algún momento hubo una amenaza de que todos los guías o facilitadores que no respondían a su línea iban a salir, pero nosotros manifestamos nuestro reclamo y logramos que un 20% por lo menos permanezca.
¿Usted dice que Tekoporãá se utiliza con un fin proselista?
El programa en sí es excelente. Los objetivos son excelentes. Pero el problema es que como no hay un control eficiente en relación a cumplimiento de las condiciones que se les imponen a las familias para que reciban las transferencias, se convierte directamente en un programa prebendarista. Si se maneja bien, si los facilitadores cumplen con su trabajo, el programa sería eficiente.
Hoy no se ayuda con el desarrollo social ni familiar. Las familias por obligación le llevan a sus hijos al médico y no por un compromiso, sino para percibir el dinero a fin de mes.
¿Por qué desistieron del programa que tenían con la ONG Tesãi Reka?
Firmamos un convenio entre la municipalidad de Lima, la SAS y la ONG Tesãi Reka para la implementación de un programa que se llama fondos de inversiones sociales. La idea era fortalecer un consejo de desarrollo distrital, trabajar con las organizaciones existentes y las comisiones vecinales. Los de la ONG manejada por José Parra, dirigente de izquierda, llegaron con la intención de imponer un sistema de trabajo a base de una línea política. Crearon un consejo a gusto y a la medida de ellos y que responda a sus intereses e ideologías. Reclamamos varias veces, pero nunca se tomaron las medidas correctivas al respecto.
¿Qué buscaba la ONG?
Un lavado ideológico. La capacitación se tornó en eso y todo se centraba en torno a desprestigiar e ir en contra los partidos políticos tradicionales. A lo mejor queriendo imponer la idea de un sistema unipartidista como se da en otros países como Cuba.
Encima esta ONG recibe dinero de la SAS para un trabajo que debían desarrollan en Lima y hacían cualquier cosa.
Sobre el programa
Según la SAS, el programa Tekoporã forma parte de los programas de protección social que el Gobierno implementa y está orientado a la inclusión de los sujetos sociales, a través de un incentivo de transferencia para el ejercicio de sus derechos. Está dirigido a los hogares en situación de extrema pobreza del área urbano-rural y busca garantizar el acceso a salud, educación y seguridad alimentaria de los niños, mujeres embarazadas, adultos mayores, comunidades indígenas y personas portadoras de discapacidad.