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“Cabe señalar que el citado ciudadano paraguayo ha ejercido la nacionalidad y ciudadanía paraguaya al haber sido elector en las últimas elecciones generales en el año 2013, en las cuales votó como paraguayo; igualmente en otros procesos penales y no penales se ha presentado como ciudadano paraguayo, utilizando la cédula de identidad mencionada más arriba, así como también se informa que como ciudadano paraguayo fue elegido como intendente de la ciudad de Ypejhú, Paraguay”, dice el exhorto del magistrado de garantía de Curuguaty.
Al exhorto acompañan los documentos que dan cuenta de esta situación, además de los informes en cuanto a la identidad del supuesto autor moral del crimen de Pablo y Antonia.
“De esta manera se cumplen con los presupuestos establecidos en el artículo 18 del Acuerdo sobre Extradición entre los Estados Partes del Mercosur, suscrito en Río de Janeiro el 10 de diciembre de 1998, el cual establece en su inciso 4 numeral II): ‘... todos los datos conocidos sobre la identidad, nacionalidad, domicilio o residencia de la persona reclamada y, si fuere posible, su fotografía, huellas digitales y otros medios que permitan su identificación’”, refiere el escrito.
Pero más allá de eso, aunque el exhorto no lo mencione expresamente, la importancia radica en demostrar que Vilmar no es brasileño, tal como lo sostiene el procesado. Ocurre que la legislación brasileña no permite la extradición de sus connacionales.