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El informe final de Contraloría sobre rendición de cuentas de instituciones favorecidas por programas y proyectos financiados con recursos del Fonacide menciona una serie de irregularidades y desprolijidades en el caso de la Municipalidad de San Bernardino.
Algunas de esas desprolijidades e irregularidades y los montos adjudicados a los contratistas en la construcción de aulas, baños, instalación eléctrica, tinglados, pinturas realizadas en instituciones educativas, se detallan en el cuadro que ilustra esta página.
En la mayoría de los casos la verificación no visualizó la existencia de un informe de avance de las obras y del acta de recepción final de estas; diferencia en el pago a contratistas; remisión de planillas que nada tienen que ver con planillas de avance de obras; pagos no coincidentes con fecha de recibo de contratistas, falta de firmas en contratos y en informe de obras, contratos sin plazos de terminación de obras, entre otras observaciones de la Contraloría.
Las observaciones del órgano superior de control fueron contestadas por el citado municipio, pero aún así no satisfizo los requerimientos.
Contraloría menciona al respecto que “el cumplimiento de la ley no se encuentra sujeto a contingencias, menos aún las que argumenta el intendente Ramón Zubizarreta (PLRA), teniendo en cuenta que, en primer lugar, puede probarse que el Ministerio de Hacienda transfirió normalmente los recursos del Fonacide en el ejercicio 2013 y, en segundo lugar, que la ley no se discute y mucho menos puede hacerse caso omiso a lo que la misma ordena con variados e imaginativos argumentos”.
Se pregunta “¿cómo será que la Municipalidad de San Bernardino puede probar fehacientemente que las obras fueron terminadas en tiempo y forma, si los contratos no establecen tiempo para ello?”.
Finalmente, dice que “la ocurrencia de la omisión involuntaria” y, mucho más, “su frecuencia, solo sirve para calificar la calidad de gestión del intendente de San Bernardino”.