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El cobarde asesinato se produjo el jueves 16 de octubre de 2014, a las 14:32, en un camino rural de la colonia Itanarãmi, a 10 kilómetros del centro urbano del distrito Villa Ygatimí, Dpto. de Canindeyú, a 315 kilómetros de Asunción. El exintendente de Ypejhú, Vilmar Neneco Acosta (ANR), es sindicado como autor moral, mientras su hermano Wilson Acosta y su sobrino Favio Acosta como los sicarios que ejecutaron a nuestro corresponsal y a la joven Antonia Maribel Almada.
Estos nuevos e importantes datos que surgen deberían interesar a autoridades fiscales y policiales. Pablo Medina descubrió una pista de aterrizaje de aeronaves clandestina construida en la zona. Según nuestras fuentes, los propietarios son “poderosos narcotraficantes de La Paloma”, que buscaban instalarse en esa “zona liberada” para trabajar sin ser molestados.
Según informantes, esa pista está en un lugar estratégico, a poco más de 90 kilómetros de la colonia Kamba Rembe, Gral. Resquín, cuya mayoritaria población se dedica a la producción de marihuana como “rubro de renta”.
La Paloma del Espíritu Santo es feudo del “clan Villalba”. El intendente del distrito es Carlos “Cabrito” Villalba” (ANR), hermano de la diputada colorada y exgobernadora de Canindeyú, Cristina Villalba. En un revelador relatorio de Pablo Medina, la legisladora fue identificada como la madrina del clan Acosta, liderado por “Neneco”.
Medina, en su afán de investigador, había conseguido información sobre la construcción de la pista, similar a otra descubierta en zona de La Paloma del Espíritu Santo en el año 2012, donde fueron decomisadas varias avionetas y detenidas 20 personas, entre ellas el poderoso narcotraficante Ezequiel de Souza, quien se encargaba de trasportar cocaína.
Hace unos meses se divulgó un audio en el que de Souza acusa a policías, agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), fiscales, políticos y periodistas de recibir dinero a cambio de dar protección.
Siempre según nuestra fuente, Medina había incursionado en compañía de dos efectivos policiales en una zona boscosa, equipada con su “camello” (una mochila especial) en la que llevaba agua. Habría caminado alrededor de dos horas hasta llegar a la pista que estaba siendo acondicionada en medio de un bosque y tomó fotografías del lugar, que actualmente deberían estar en poder de la Fiscalía, considerando que sus computadoras y la cámara fotográfica están en poder de los investigadores, encabezados por la fiscala Sandra Quiñónez.
Los narcos se enteraron de que el periodista llegó a asacar varias fotos de esa construcción, sostuvo nuestra fuente. Aseguró que este descubrimiento por parte del periodista habría causado mucho enojo entre los narcos, teniendo en cuenta que días antes de que los asesinaran a Pablo, un joven informante de Medina había sido acribillado presuntamente por el clan Acosta.