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De acuerdo con las declaraciones escuchadas, hubo una “absoluta coincidencia” en que el Parlamento nacional no debe modificar el proyecto de Presupuesto que le remitió el Ejecutivo y fue hecho por los técnicos de Hacienda, que saben cuánto se puede recaudar y gastar.
Además, pidieron tener en cuenta que se trata del primer presupuesto, en 10 años, con un escenario internacional bastante desfavorable.
Asimismo, hubo total coincidencia en que este presupuesto debe dar prioridad a las inversiones en infraestructura y en obras sociales sobre cualquier otro gasto, como los corrientes (salarios y otros superfluos). Al respecto, el titular de la UIP señaló que lograr un presupuesto austero, equilibrado y racional debería ser una “causa nacional”.
En un comunicado emitido en la ocasión, en el que se pide “blindar el Presupuesto Nacional del 2016”, los gremios recuerdan que en los últimos 10 años los países de América Latina vivieron el ciclo económico más favorable de toda su historia como naciones independientes, durante el cual el crecimiento de China hizo que el precio de las materias primas se multiplicara varias veces; la política monetaria de Estados Unidos hizo que el dólar se depreciara en todo el mundo y los capitales vinieron a los países de la región masivamente.
Añade que el Paraguay también fue uno de los beneficiados con este “superciclo”. Sus exportaciones se multiplicaron, el dólar se depreció, sus importaciones se incrementaron y el consumo interno tuvo una verdadera explosión. “Muchas cosas se multiplicaron por 10: el crédito bancario pasó de US$ 1.000 millones a más de US$ 11.000 millones, las reservas internacionales pasaron de US$ 600 millones a más de US$ 7.000 millones”, dice.
Agrega que el gasto público también se multiplicó por 10, pasando de un poco más de US$ 500 millones a más de US$ 5.000 millones, que fue financiado con el incremento de ingresos, ayudado por el boom económico internacional. “Lamentablemente, este incremento de gastos fue de muy mala calidad, y para empeorarlo aún más, fue en gran parte rígido. El 98 % de los ingresos tributarios son destinados a gastos rígidos, de los cuales un 78 % son destinados a pago de salarios. El monto gastado en salarios se duplicó en los últimos cinco años”, expresa el documento entregado a la prensa.
Los vientos cambiantes
Los gremios alertan que el problema es que ahora los “vientos del exterior” están cambiando y los países de la región ya lo están sintiendo. El dólar ha comenzado a subir como producto de la normalización de la política monetaria de EE.UU., y los precios de las materias primas han caído fuertemente como consecuencia de la frenada de la economía de China.