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El escrito del alto jefe militar se difundió a través de las redes sociales, específicamente por WhatsApp, y en el ámbito militar, y para algunos uniformados fue totalmente inusual que un general haga este tipo de revelaciones en un tono de reclamo.
Además, confirmaría el tráfico de influencias existente para ascender grados y la injerencia para el mismo fin, de grupos de esposas de los jefes militares, algo que siempre se denuncia en la institución castrense.
Cardozo en su carta “Con el permiso de los camaradas” dice que quiere hacer “una reflexión pública” sobre “preocupaciones castrenses y del ambiente sensible existente desde hace tiempo” y de los que venía hablando con algunos de sus camaradas de la promoción 1987, según aclara.
Luego afirma que él siempre se ha movido de “acuerdo a la verticalidad institucional” y que no está para “ser ista de nadie” en las FF.AA.
“Me molesta de sobremanera que oficiales menos antiguos estén hurgando: ¿qué está haciendo mi camarada o el general?, que hay que estar cerca de alguien específico o en una línea para seguir ascendiendo”, expresa.
Esposas
Señala que no puede dejar de mencionar “la difícil situación de las distinguidas señoras esposas (de los militares) que se merecen todo el respeto y la tranquilidad” y se queja porque están tiroteando a su actual esposa “por no participar de tal o cual reunión”.
“Yo particularmente no estoy con estas presillas (de general) porque mi señora estuviera al pie de nadie o tratando de agradar a alguien en especial”, resaltó.
Dice que no cree que ninguno de sus camaradas haya ascendido por estas prácticas no institucionales y enfatiza: “Pero las próximas versiones de cargos están carcomiendo una amistad de años y, no solamente amistad, están debilitando la misma institucionalidad por medio de la hipocresía y difamaciones (malestar femenino)”, especifica con los signos del paréntesis.
Expresa su molestia por el silencio de sus camaradas ante la situación: “Lamentable y triste para mí que todos los camaradas permanezcan mudos y silenciosos ante esta anormal situación institucional!”, refirió.
En la misiva ruega que si sus camaradas (remesa 87) asumen la conducción de la institución castrense, “en verdad dignifiquen y realicen un cambio de timón a este mar de chimentos baratos que hace más que dañar años de trabajo, dedicación y amistad por seis meses o un año más de cargo o una o dos estrellas más”.