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Pese a los discursos de austeridad, la institución electoral sigue manteniendo sus gastos superfluos, convirtiéndose en una pesada carga para el erario público que finalmente es financiado con dinero de los contribuyentes.
El año pasado la provisión de café fue considerada un gasto innecesario, incluso llegaron a suspender la provisión. No pasaron muchos meses para que en ese tiempo Alberto Ramírez Zambonini, extitular del órgano electoral, olvidara la intención y volviera a contratar a la firma adjudicada.
Este año, los ministros Jaime Bestard, Ramírez y María Elena Wapenka consideraron necesaria la provisión de café para los funcionarios y visitas de la institución. Solo el servicio de cafetería que incluye desde capuchino hasta cocido le cuesta al Estado G. 300 millones.
El servicio de desayuno, almuerzo y cena para cuatro días, además de buffet de pastas, bocaditos calientes y fríos para los funcionarios de la sede central de la Justicia Electoral, le costará al Estado G. 3.500 millones, solo para el día de las municipales y los tres subsiguientes. Ello sin contar con el gasto que implicará para el órgano el alimento para los funcionarios que trabajarán en los 250 distritos del país, que aún no fue contemplado.
Vehículos de lujo
La Justicia Electoral este año adquirió 14 camionetas 4x4. Cada camioneta de la marca Kia, modelo 2015, le cuesta al Estado G. 133 millones. Otras 10 camionetas 4x2 doble cabina de la marca Foton, del año, fueron adquiridas por G. 163 millones cada una.
Muebles
Solo mobiliarios para la institución electoral y sus sedes del interior del país le cuestan al Estado G. 2.697 millones. En el proceso licitatorio resultó llamativa la adjudicación a una firma que se dedica a la venta de juguetes y que proveerá de 700 sillas, cada una cotizada a G. 198.000. También fue detectado un sobreprecio en el costo de otras provisiones.