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Por el modesto salón con dos habitaciones y un baño en la ciudad de Quiindy, donde funciona el Registro Electoral, la Justicia Electoral paga mensualmente por alquilar parte de la casa de la funcionaria G. 1.773.000 y anualmente G. 21.276.000, aproximadamente.
La pequeña casa donde funciona el Registro Electoral se divide únicamente por una pared. La puerta de cuatro hojas de madera da con la oficina electoral, mientras que la puerta colindante da con la casa de la influyente funcionaria, lugar donde viven sus familiares.
El local electoral funciona en la calle Emiliano R. Fernández Nº 442 casi Cristóbal Pérez, a tres cuadras del mercado municipal y a dos del Colegio Nacional Quiindy.
La funcionaria leal al titular de turno, Jaime Bestard (ANR), subalquila parte de su casa a Naisal, empresa que recientemente fue adjudicada por el presidente del órgano electoral. El contrato habría sido renovado para algunos locales y en el caso de otras sedes se realizaron nuevos llamados.
Naisal habría realizado los llamados para este año por valor de G. 1.236.168.000. En el 2014 el contrato fue por un monto total de G. 6.688.539.000.
Suba en alquiler
En el 2014, en el mismo local donde funciona hoy el Registro de Quiindy, el TSJE pagaba mensualmente a Naisal G. 1.800.000 y por seis meses pagó G. 10.800.000.
Ya con la empresa Dolfi SA la casa se alquilaba por G. 675.000. Según las versiones, la casa se subalquila hace casi una década.
Fretes Mora se desempeña como directora de Logística Electoral, función clave para la organización de elecciones. Actualmente trabaja de cerca en la parte operativa que corresponde al TSJE para las elecciones internas del PLRA.
Victorina Fretes o Vicky Fretes de Echagüe como se hace llamar, además de facturar en el alquiler de su casa percibe un buen salario en la institución electoral.
Según la nómina de funcionarios, ella percibe como remuneración neta mensual G. 15.909.600. Ingresó a la Justicia Electoral en el año 1995.
Innecesarios
Con la aplicación de la ley de inscripción automática al padrón de jóvenes que cumplen 18 años, ya no se justifican tantas oficinas. Se trataría de un negociado.