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El fracaso no solo se tiene en el terreno de operaciones, también en el ámbito político. Según la Ley 1337/99, Horacio Cartes es responsable de los desaciertos.
El Congreso Nacional aceptó modificar la Ley Nº 1337/99 “De Defensa Nacional y Seguridad Interna”, atendiendo al pedido del Poder Ejecutivo.
Cartes, apenas asumió la administración del Estado, solicitó una herramienta jurídica que permitiera movilizar efectivos militares contra el Ejército del Pueblo Paraguayo.
En ese momento, la opinión pública trataba de reponerse de la peor masacre perpetrada por el EPP: ejecución de cinco personas en la estancia “Lagunita”, Tacuatí. La emboscada tuvo lugar el 17 de agosto de 2013.
La respuesta de la clase política fue modificar la Ley 1337 y permitir el empleo de militares en situaciones de seguridad interna.
Cartes creó la Fuerza de Tarea Conjunta y dispuso que el mando estuviera bajo un oficial general de Fuerzas Militares.
La fuerza de tarea tenía el rótulo de Conjunta, pero en términos prácticos cada agrupación respondía a sus mandos.
El Com. Gral. Antonio Gamarra se movía por su lado, con absoluta independencia de las decisiones que pudiera tomar el Gral. de Brig. Mario Restituto González, aunque hubiera sido nombrado comandante.
La creación de la Fuerza de Tarea Conjunta no tuvo ninguna consecuencia favorable en el objetivo de destruir al EPP. Al contrario, desde su aparición en el norte, el EPP nunca ejecutó tantas acciones terroristas como las que viene desarrollando desde que asumió la presidencia Cartes.
En este momento se tienen concentrados en el norte a 1.500 efectivos, quienes disponen de blindados, helicópteros y soporte logístico adecuado. Sin embargo, no son capaces de detener a 25 ó 30 delincuentes que pretenden ser guerrilleros.
El grupo delictivo se mueve en un área de 80.000 hectáreas aproximadamente, sector donde los montes ya no existen. Nunca dejaron de moverse en los poblados.
Fidel Zavala estuvo secuestrado en un pequeño montecito de su propia estancia.
Arlan Fick fue secuestrado en una colonia y resulta extremadamente probable que se encuentre en medio de una población campesina, en una vivienda preparada para ocultar rehenes.
En medio de esta situación, los efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta nunca se instalaron en los poblados, no existe un solo destacamento en toda la región que se haya montado luego de promulgarse la modificación de la Ley 1337.
La carencia de un perímetro de seguridad explica la libertad de movimiento de los delincuentes.
La Fuerza de Tarea Conjunta es absolutamente inoperante. El mismo Gobierno se encargó de ratificar que no funciona, de allí la contratación de un equipo de seguridad israelí, pagado con fondos particulares de Cartes.
El presidente de la República del Paraguay hizo trato con una oficina privada de seguridad. Cartes es representante legal del Estado y su relacionamiento debe ser del mismo nivel.
El Paraguay puede buscar asesoramiento técnico, pero su manejo debe ser de Estado a Estado, no con oficinas privadas.
Policías y militares se acusan mutuamente de filtrar los vídeos, sin olvidar que también el Ministerio Público los tuvo en su poder. La amplia difusión que tienen los materiales dio la posibilidad de convertirlos en un excelente material de propaganda.
Las imágenes presentan un grupo victorioso, seguro en el monte, bien equipado, con uniformes nuevos.
En Horqueta conocimos a jóvenes que no dudaron en reconocer que les gustaría pertenecer al EPP. Transmiten una sensación de victoria ante una Fuerza de Tarea Conjunta carente de profesionalismo.
El problema es que las fuerzas de seguridad son inoperantes, no es que el EPP sea bueno.
roque@abc.com.py