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El Superior Tribunal de Justicia de Brasil (STJ) lo condenó a 30 años de cárcel, tras hallarlo culpable de los delitos de tráfico internacional de droga, lavado de dinero y evasión de divisas.
Estuvo escondido en Paraguay durante varios años, adquiriendo propiedades, estancias y dedicándose a la cría de caballos de raza.
Tanto Fahd Jamil como su hijo Daniel Álvarez Georges y su sobrino Luis Enrique Georges, conocido como “Tulú”, fueron sindicados como autores del asesinato del periodista Santiago Leguizamón, ocurrido el 26 de abril de 1991.
Luego de que la justicia paraguaya lo involucrara en el asesinato de Leguizamón, como autor moral, Jamil se vio obligado a abandonar el Paraguay y a someterse a la justicia de Brasil hasta lograr su absolución.
Estando en la clandestinidad, Jamil litigó ante la justicia de Brasil para limpiar su nombre. En 2012 logró que el Tribunal de Justicia brasileño revea todos los procesos en su contra.