Todos fueron acusados por la fiscalía y se pidió juicio oral. Estas personas fueron procesadas junto a otras, que actualmente ya están sobreseídas, pero en el caso de los acusados, todos aparecen en el circuito cerrado del local partidario con los elementos para fabricar las bombas caseras que luego fueron utilizadas en las manifestaciones callejeras que se dieron contra el intento de enmienda constitucional para posibilitar la reelección presidencial.

Stiben Patrón fue el único que estuvo preso, el resto tras la imputación huyó al Uruguay donde estuvieron en calidad de refugiados, hasta que decidieron someterse a la justicia y volvieron al país.