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El equipo está en etapa de prueba desde el mes pasado y está siendo utilizado para el entrenamiento de tiros, conforme a la fuente.
El oficial destacó que el simulador va a significar “un gran ahorro” de dinero en materia de proyectiles que podría llegar, en un cálculo rápido, a G. 70 millones en una sola jornada de instrucción. La fuente justificó el atraso en la instalación del simulador al señalar que eso se debió, en parte, a la transferencia tardía de dinero por las FF.AA. a la firma adjudicada. El 9 de octubre pasado, el Ejército, mediante una licitación pública, adjudica el emplazamiento de tres simuladores a Data Lab SA, y el 19 de octubre se firma el contrato para la compra y emplazamiento de los aparatos de entrenamiento virtual. Según la cláusula séptima del contrato, en el punto sobre el plan de entrega, se establece que en 90 días posteriores a la firma del documento, el Ejército debió recibir el primer simulador, es decir, el 19 de enero pasado. La entrega se hizo recién en junio último, según nuestra fuente. Otros simuladores deberán instalarse en la Academil y en el Colegio de Suboficiales del Ejército (Comisoe), en Encarnación. El monto total del contrato es de G. 14.895 millones.