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En nuestra arraigada cultura de buscar algún espacio en el Estado para sobrevivir, o en otros casos para el enriquecimiento, muchas veces ilícito, las Fuerzas Armadas son una institución útil para ese fin por lo menos hace medio siglo.
Todos los años centenares de jóvenes pelean para ingresar a las filas militares, a través de las instituciones formativas castrenses, como la Academia Militar (Mcal. F. S. López), que tiene nivel universitario, el Liceo Militar Acosta Ñu, para estudiantes secundarios, y las diversas escuelas de formación de suboficiales que tienen las unidades militares. El año pasado hubo cerca de 700 postulantes para la Academia Militar. A estas puertas de acceso hay que sumar la de los profesionales incorporados, que son los civiles que ingresan al cuadro de servicios de las FF.AA. todos los años. Desde el 2013 se implementó la figura del soldado profesional temporal, que es otra vía para emplearse en la institución militar.
Por otra lado, están 3.070 funcionarios civiles en las diversas unidades castrenses.
Según datos de Fuerzas Militares, en toda la institución militar el número de personal presupuestado (uniformadores y civiles) es alrededor de 18.300. Esta cifra también incluye a los soldados, pero el dato concreto es que de los uniformados un total de 10.056 aportan a la caja de jubilaciones. A la cantidad de personal presupuestado en las FF.AA. hay que sumar 7.462 jubilados y pensionados, para tener la cifra de aproximadamente 25.000 personas que dependen directamente del presupuesto destinado al sector castrense.
El presupuesto de este año de las FF.AA., que incluye al del Ministerio de Defensa, es de G. 1.403.159.261.716, que representa el 50% del presupuesto del MOPOC y es mayor que los recursos sumados de los ministerios Agricultura y Ganadería, Industria y Comercio, Justicia y Trabajo.
Otro dato relevante es que los militares tienen el mayor déficit en su caja fiscal (ver cuadro). Llevan 73 por cierto más de lo que aportan para la jubilación. Este déficit se cubre directamente con lo que el Estado recauda en impuestos. Solo en julio último, unos G. 28.000 millones de los aportes de los contribuyentes fueron destinados para solventar la caja fiscal de las Fuerza Armadas, según datos de Hacienda.
Estructura arcaica
Algunos militares ya han reconocido públicamente que las Fuerzas Armadas tienen una estructura arcaica y sobredimensionada, pensada para realidades de 50 o 60 años atrás. Tiene tres cuerpos de Ejército, que más bien está en el presupuesto, pero sin capacidad operativa, ya que no cuenta con la cantidad suficiente de soldados. Es una fuerza llena de jefes (48 generales y 501 coroneles), pero con escasos soldados.
A la vista de estas deficiencias de las Fuerzas Armadas, hace años se promete su reforma y modernización. Actualmente existe un proyecto de reforma militar –presentado a inicios de año al Congreso– que aún no tiene dictamen de comisión.