Familia Urbieta anuncia que ya consiguió dinero para rescate y aguarda liberación

La familia del ganadero Félix Urbieta Ramírez (66) anunció ayer que ya consiguió el dinero exigido por el grupo criminal EPP para liberar al hacendado secuestrado desde el 12 de octubre del año pasado. El monto reunido por la esposa e hijas sería de 500.000 dólares. Paralelamente, la FTC empezó a retirar a sus hombres para facilitar el regreso de don Félix.

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El mensaje a los captores fue dado a conocer en una conferencia de prensa ayer de mañana, en la estancia “Dos Hermanas” de la ciudad de Horqueta, en el departamento de Concepción. Es próxima a la hacienda “San Francisco”, de donde fue secuestrado hace más de tres meses el ganadero Félix Urbieta.

Las anfitrionas fueron Norma Elizabeth Urbieta Agüero y su hermana menor Liliana Doralís Urbieta Agüero. Esta última leyó el comunicado dirigido a los captores.

“Señores, estamos aquí, porque no desistimos de que ustedes liberen a nuestro padre, en la brevedad. Infelizmente, recién quedamos sabiendo de los detalles que eran para final de año. Es difícil encontrar sus instrucciones. Esperamos que comprendan eso. Estamos listos para cumplir lo que solicitaron en su ultimátum. Solo les pedimos una prueba de vida de nuestro padre, hablando en una filmación. Puede ser lo que ya escribió, con la fecha del día. Entiéndannos, por favor, que existen miles de oportunistas. Aguardamos eso y sus detalles, para poder cumplir con ustedes y traer a nuestro padre a casa. Gracias y que Dios los ilumine a todos”, dijo una de las hijas del ganadero secuestrado.

De acuerdo con los datos, el grupo que mantiene en cautiverio a don Félix sería comandado por Alejandro Ramos Morel, uno de los antiguos jefes del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

Supuestamente, los captores exigieron inicialmente 500.000 dólares, aunque después bajaron sus pretensiones a 300.000 dólares, pero al final volvieron a alzar el monto a 500.000 dólares, que sería la cantidad reunida ahora por la familia.

La primera prueba de vida recibida por la familia había sido un video de don Félix sentado en una hamaca, en medio del monte, con la barba mucho más crecida, y después un escrito de su puño y letra, según se supo.

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