Exzacariista vuelve a consulado

El cuestionado político colorado esteño Magno Antonio Álvarez Alarcón retornó al puesto de cónsul paraguayo en Puerto Iguazú, Argentina. El exzacariista había perdido el cargo el año pasado, por pasarse del cartismo a Colorado Añetete.

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Su nuevo nombramiento lo hizo el canciller Luis Castiglioni a través del Decreto 654, firmado este lunes.

A través del citado decreto, Castiglioni destituye del cargo de cónsul en Puerto Iguazú a Blas Darío Domínguez, presidente de la seccional 1 de Ciudad del Este, hombre de confianza del senador Javier Zacarías Irún y quien había pedido permiso como funcionario de la Municipalidad de Ciudad del Este para ejercer el puesto diplomático.

En reemplazo de Domínguez, Castiglioni reasignó a Magno Álvarez, quien había ocupado el cargo desde setiembre de 2014 como cupo de Zacarías en el cartismo. En el 2013 había sido candidato a gobernador de Alto Paraná por el cartismo.

Como cónsul, Álvarez violó varias veces la Ley 1335/99, que establece que los funcionarios del servicio diplomático y consular no podrán ejercer actividades de carácter político-partidario. Por ejemplo, el 3 de noviembre de 2015, el entonces presidente Horacio Cartes hizo una reivindicación del stronismo al recordar el cumpleaños del dictador Alfredo Stroessner como “fecha feliz”. El evento se realizó en Ciudad del Este y estuvo presente Álvarez.

En enero del año pasado, Álvarez participó también de una caravana y un acto pro reelección presidencial realizado por el cartismo en Ciudad del Este.

Magno Álvarez pretendía ser nuevamente candidato a la Gobernación en los comicios del 2018, pero el cartismo eligió para eso al exdiputado Elio Cabral, por lo que Álvarez pasó a Añetete. Eso le costó el consulado en mayo de 2017, siendo reemplazado por Domínguez.

Hasta su primera designación como cónsul, Magno Álvarez trabajó como periodista en Ciudad del Este. Como tal, en el 2010 habilitó la empresa Maca SA, con un capital integrado de G. 1.000 millones, siendo accionistas solamente él y Gloria Carolina Ramírez de Álvarez, esposa suya en ese momento.

Este año, Aldo Duarte, que había trabajado como camarógrafo suyo durante diez años, entabló una demanda laboral contra Álvarez, que lo despidió sin pagar salarios ni indemnización, según la denuncia.

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