Expresidente Lagos propone no mirar atrás para progresar

El expresidente de Chile Ricardo Lagos (2000-2006) vino a interesar al gobierno en su viejo proyecto de llevar adelante el corredor bioceánico hasta Antofagasta. En esta entrevista, el político propone no mirar atrás para progresar. Los agravios y las rencillas paralizan las iniciativas que benefician a los pueblos como dice sucede con su país y Bolivia por el tema de la salida al mar.

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–Usted vino a hablar con el presidente Cartes sobre la factibilidad de hacer el corredor bioceánico. Es un viejo proyecto. ¿Qué propone?

–No, simplemente como exgobernante (2000-2006) y como exministro de Obras Públicas del gobierno de Eduardo Frei conozco ese proyecto desde sus inicios en los noventa. Tuvimos una reunión en Santiago en abril pasado para reavivarlo. Vine a conversar sobre el tema con las autoridades al más alto nivel. En la reunión de abril, Chile, Argentina, Brasil y Paraguay vimos la posibilidad de llevar adelante el corredor bioceánico. Uno de los corredores es el que pasa por (el puente internacional en) Puerto Murtinho sobre el río Paraguay.

–Al norte de Concepción.

–Y de ahí entra a Paraguay, pasa a Argentina hasta Jujuy y de Jujuy al Paso de Jama (en la Cordillera de los Andes) para conectar directamente con el puerto de Antofagasta. La posición geográfica de Paraguay juega un rol crucial.

–¿Usted qué propone específicamente?

–Que para estos corredores, la parte de Brasil paga el Gobierno de Brasil con su plata, la parte que corresponde a Chile la hagamos nosotros con lo que nos corresponde y lo de Argentina, cuando sea necesario, también. Pero si se trata de Paraguay, lo que yo propongo es que los recursos que pone Chile, que pone Argentina y que pone Brasil sean los fondos de contrapartida que exigen entidades como el BID, de manera que Paraguay no pone nada, pero los créditos van todos a Paraguay.

El crédito lo va a pagar Paraguay por cierto.

–No le va a salir gratis.

–Pero nos permite avanzar ahora en un tema que es muy importante. Yo quiero ser muy serio en este planteamiento.

–Esto es algo que se pueda ejecutar en un lapso de tiempo?

–Tenemos que hacer un relevamiento de cuánto nos demoramos en levantar. Nosotros tenemos una parte que falta pavimentar, pero todo ese lado está prácticamente listo. Los pasos para llevar a la práctica este proyecto son rápidos. Ustedes tienen acá un Presidente que es muy ejecutivo y estamos entonces en condiciones de decir “manos a la obra”. En Antofagasta tenemos reservado un recinto aduanero para Paraguay. El problema más serio acá es que no basta con hacer caminos. Tenemos que tener una estructura administrativa que nos permita una sola revisión hasta llegar a destino con la guía de despacho.

–Paraguay es el principal perjudicado por las trabas argentinas y brasileñas.

–Por eso, este es el momento de ponerse firmes y revisar lo que existe.

–Hasta Bolivia reclamaba esta semana trabas aduaneras de Chile por una huelga de aduaneros. Dice que Chile viola el Tratado de Paz de 1904.

–Es un conflicto gremial interno de los empleados chilenos de aduanas. Ellos piden ciertos reajustes y como resultado se han producido algunas dificultades en los pasos fronterizos. Efectivamente, el 70% de la carga de Bolivia sale por puertos chilenos en virtud de los acuerdos de 1904. Es un caso de fuerza mayor evidentemente. Nadie quiere incumplir con Bolivia.

–Justo empalma con su reclamo de salida al mar en la Corte de La Haya.

–Son dos situaciones, la primera, que esto proviene del siglo XIX. Estar discutiendo en el siglo XXI algo que sucedió en el siglo XIX es un tanto inusual, pongámoslo así, tema que quedó resuelto en el Tratado de 1904. Allí se estableció que Chile, como manera de compensar por el territorio que Bolivia perdió con motivo de la Guerra (de 1879-83) se establece un tratado de paz y amistad donde, uno, Bolivia tiene derecho a usar todos y cada uno de los puertos de Chile, libre de carga impositiva, gratuitamente. Dos: el grueso de la carga sale por Arica, Iquique o Antofagasta. En este tema del reclamo de Bolivia se requiere el visto bueno del Perú.

–¿Qué tiene que ver Perú?

–Porque el Tratado de 1929 entre Chile y Perú fue un tratado para resolver lo que quedó pendiente de la guerra. Al final, la solución que se encontró es que Tacna sea para Perú y Arica para Chile. Pero esto es al lado del mar. El límite para adentro se estableció el que se llamó “límite de la concordia”, que corre 10 km al norte del ferrocarril de Arica a La Paz (Bolivia). Es lo que hay. Chile no se puede partir en dos. ¿Cómo hacer un corredor que pase por la mitad de Chile? Nos partimos en dos. La única forma de darle una salida con soberanía, como pide Bolivia, es pegado a Perú.

–¿Cuál es el argumento de Bolivia en La Haya?

–Dice que en dos ocasiones el Gobierno de Chile le ha ofrecido una salida con soberanía eventual, que son estos 10 km, pegado. Sin embargo, en el tratado del año 29 (con Perú) se estableció que si uno quiere ofrecer parte del territorio de ese tratado entre Chile y Perú a un tercer país se requiere el acuerdo del otro. Vale decir, si Chile le ofrece a Bolivia esos 10 km, en ese momento hay que pedirle permiso a Perú.

En ambos casos, de una manera indirecta, Perú dijo que no. Entonces, cuando el presidente Sánchez de Lozada me dijo que necesitaba una salida con soberanía, yo le dije: “Presidente, vaya a preguntarle a Perú”.

Después vino (el presidente Carlos) Mesa (2003-2005), que fue vicepresidente de Goni (Sánchez de Lozada). Usted debe saber que Mesa es un distinguido historiador. Entonces, yo le dije: “Presidente, usted sabe mejor que yo que para tener una salida con soberanía no tiene que hablar conmigo. Vaya a hablar con Perú”. Alguien ha dicho que hay un candado puesto para la resolución del problema de Bolivia, pero que la llave no la tiene Chile. La tiene Perú. Y es verdad.

–¿El comercio continúa normal?

–Todo es normal. Chile da las facilidades todos los días, tanto es así que hoy están reclamando esa huelga de trabajadores en la aduana. Lo que no ha habido fue un avance diplomático.

–¿Cuándo rompieron relaciones diplomáticas?

–En 1978 rompió relaciones Hugo Bánzer.

–El denominador común de los gobernantes de este tiempo, populistas o “bolivarianos”, es su hostilidad con sus opositores como hacia el exterior.

–Esa hostilidad no había efectivamente hace tiempo.

–Se llegó al extremo de expulsar a un vecino y socio de los bloques de integración, como hicieron con Paraguay, un acuerdo entre “camaradas”

–Creo que cuando alguien dice: los (países) de la Alianza Pacífico son “lacayos del imperialismo yanqui”, bueno, no es una frase elegante, ¿verdad? Entonces, vamos al viejo refrán: “Palabras sacan palabras”. Así no resolvemos nada. Por eso es que, entre otras cosas, lo que Chile está planteando con los corredores bioceánicos es decir: “Mire: no importa el color del gobernante de turno”. Pase lo que pase Paraguay va a seguir en su lugar, Chile en el suyo, Argentina donde está y Brasil también. Cómo establecemos un corredor entre todos nosotros, independiente de quién esté como Presidente.

–¿Cuál es su opinión? En Venezuela su Presidente ni disimula para perseguir y apresar a sus opositores.

–Esta semana estuve reunido con Felipe González y Fernando Henrique Cardoso, entre otros. Hablamos del tema de Venezuela y, por cierto, comentábamos con ellos sobre la posibilidad jurídica de ir a darle una mano a Venezuela y a los que están presos.

–Muchas veces agreden con excesos verbales para ganarse unos puntos entre sus adeptos seguramente.

–Yo no estoy de acuerdo en el uso de los foros internacionales para ganar dos puntos en las encuestas. Me acuerdo una vez, en una Cumbre de las Américas en México (2004), me enteré que el presidente Mesa iba a hacer un planteamiento sobre la situación con Chile en el plenario de la reunión. El día anterior me acerqué y le dije: “Presidente, no haga lo que quiere hacer mañana porque si lo hace me va a obligar a responderle, y si usted me hace eso y yo le respondo, van a pasar 20 años antes de que los presidentes de Chile y Bolivia volvamos a conversar”. Cuánto tiempo hace de eso y en qué discusión seguimos estando.

–¿Qué le respondió?

–Le dije que quería seguir conversando, pero no en esa reunión. “Para eso le ofrezco relaciones diplomáticas aquí y ahora”, le dije. A pesar de todo soy optimista porque veo que como región no nos ha ido mal. Tenemos que acostumbrarnos los latinoamericanos a hablar con una sola voz. El mundo está muy convulso y muy revuelto, y los grandes actores del siglo XXI van a ser las regiones más que los países. Es eso lo que tenemos que entender y eso es lo que tiene que inspirar nuestras acciones. Por eso vengo a Paraguay a plantear algo concreto, llevar adelante el corredor bioceánico para interconectarnos. El cemento y el acero, la carretera, no tienen color político. Entiendo que un país diga: “Quiero proteger mi mercado interno”, como Brasil. Puede decir: “No me gusta el libre comercio”. Otros países, más pequeños como Chile nos abrimos al comercio. Ambos queremos proteger los intereses de nuestros países, pero a ambos finalmente nos hace bien tener una carretera que nos conecte y eso no tiene color.

holazar@abc.com.py

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