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FUERTE OLIMPO, Dpto. de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal). Carlos González (39) y Carlos Franco (47), de la comunidad ishir, fueron detenidos el viernes 16, por policías de Brasil, presuntamente la orilla del lado paraguayo del Río Paraguay, cuando ambos regresaban en bote de una estancia situada en Brasil, donde uno de ellos trabajaba. La policía federal alegó que los mismos portaban armas ilegales.
Desde entonces, Dominga Franco y Nolberto Servían, padres de Carlos Franco, dijeron desconocer la situación de los compatriotas, al tiempo de afirmar que las autoridades nacionales les mienten. “Nos dicen que nos callemos, que no denunciemos porque de lo contrario los detenidos podrían ser trasladados a cárceles más lejanas del Brasil”, dijo angustiado Nolberto, quien pidió, junto a su esposa que su hijo y su yerno sean liberados, porque no son delincuentes, sino trabajadores que sostienen a la familia.
Hermelinda Servían, esposa de González, se quejó de la tibia actuación del Consulado en Puerto Murtiño y la casi nula acción del Instituto del Indígena.
Otro caso
Evelio Martínez, un pescador local, relató que un día antes de la detención de los compatriotas, él y otras dos personas, pescaban en un bote a orillas del río Paraguay, lado paraguayo, cuando fueron interceptados por policías federales, por la tarde.
“Los uniformados nos obligaron a alzar las manos y procedieron a inspeccionar nuestro bote preguntando a cada momento si no teníamos armas”, comentó, al tiempo de señalar que fueron obligados de desechar la pesca antes de ser liberados.