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A diferencia del relato que brindó a la fiscalía en ocasión de prestar declaración indagatoria respecto a la responsabilidad del acusado en el crimen del periodista Pablo Medina, el testigo sorteó preguntas sobre el crimen, las actividades de Neneco el día del atentado, la relación entre Vilmar y otros procesados, entre otros puntos, con un “no me acuerdo” y hasta dijo haber sido golpeado por la Policía tras su aprehensión.
La fiscala Sandra Quiñónez restó importancia al sorpresivo “giro” en la declaración del testigo, debido a que cuenta con suficientes pruebas para demostrar la veracidad de su versión inicial. También llamó la atención el extremo nerviosismo con que se expresaba Cabrera, quien se encuentra preso en la Agrupación Especializada, donde cumple condena de 5 años por omisión de dar aviso de un hecho punible, en este caso.
Hay que considerar el contexto en que se desarrolla la audiencia testifical de Cabrera, puesto que el testigo está en prisión y su familia reside en un asentamiento en situación precaria, indicaron fuentes. En nuestro país, la protección a testigos es una materia que tropieza con muchas dificultades y no cuenta con una amplia cobertura como la observada en otros países, donde los testigos hasta pueden cambiar de identidad.