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El fiscal Nelson Ramos señaló a periodistas que no descarta ninguna línea de investigación, pero antes de formular alguna hipótesis quiere cotejar los números de teléfono y datos recogidos con los que tiene en otro expediente en el cual investiga el crimen de la locutora.
Está involucrado en el caso el suboficial Agustín Alfonso Verón, en ese momento con destino en la comisaría de Mayor Otaño.
La mujer fue asesinada de un balazo en un camino vecinal de Mayor Otaño, la noche del viernes 15 de diciembre pasado. Mediante informaciones que Palma aportó a la investigación, la fiscalía pudo llegar hasta el policía y procesarlo por el asesinato de la mujer. Palma era un testigo de la fiscalía en el proceso abierto por el crimen de la locutora.
El policía Verón fue detenido y recluido en la comisaría tercera de Encarnación, de donde escapó hace aproximadamente tres meses, y desde entonces permanece prófugo.
CONEXIÓN CON EL TRÁFICO
Según fuentes ligadas a la investigación, no se descarta que el asesinato de la locutora tenga alguna relación con la detención de dos policías con 136 kilos de marihuana prensada, el 12 de diciembre del año pasado. Según las presunciones, la mujer, quien era pareja del suboficial Verón, habría filtrado la información del operativo, y agentes de la Senad interceptaron el cargamento en la ciudad de Carmen del Paraná -35 kilómetros al oeste de Encarnación- y detuvieron a los suboficiales Mario Antonio Giménez Villalba y Marcelino Hernán Gómez Duarte, ambos con destino en la Comisaría 20 de Carlos Antonio López, distrito vecino a Mayor Otaño. Los sospechosos fueron beneficiados con medidas sustitutivas de prisión por el juez Alfonzo Giménez, en abril pasado.
No se descarta, sin embargo, ninguna otra línea de investigación, entre ellas la relacionada con los mensajes de amenaza de muerte recibidas por Palma en su celular, presuntamente de sectores afectados por una denuncia que derivó en incautación de equipos radiales.
DESCONFIANZA
Mientras tanto, crece entre los vecinos de la comunidad la desconfianza de que el caso terminará, como otros crímenes ocurridos en la zona, en la más absoluta impunidad, aun cuando se trate de un secreto a voces de quién o quiénes son los responsables.